Desde hace más de 15 días los habitantes del sector La Compadrera de la comunidad El Trabuco están pasando “las de Caín” por la falta de distribución de agua directa, cuyo servicio está en manos de Hidrocapital.
Los vecinos aseguran que han tenido que llenar tanques con algunas cisternas pagadas por ellos para no quedarse sin el servicio. Esta situación mantiene en vilo a más de 200 familias que hacen vida en la zona.
“Ya hace más de dos semanas que no nos llega el agua por tuberías a pesar de los llamados y denuncias que le hemos hecho a los de Hidrocapital”, informó Jairo Reyes, lugareño.
Tuberías colapsadas
Aseveró que el mencionado problema se debe a que las tuberías de la comunidad están colapsadas, por lo que muchas personas que hacen vida en las cercanías del lugar se han encargado de destapatar y limpiar el tubo matriz en algunos tramos para aliviar un poco la problemática.
“Las tuberías de agua blanca tienen más de 40 años que no las cambian, cuando se construyeron las primeras casas no había problemas, pero luego la localidad fue creciendo hasta que el tubo principal no dio abasto para todos”, indicó Reyes.
Asimismo, los residentes aseguraron que Hidrocapital acudió a uno de los muchos llamados, pero no resolvió nada.
Alcantarillas en mal estado
Por otra parte, las alcantarillas encargadas de transportar el agua de lluvia están sin rejillas, lo cual representa un grave problema para los conductores que pueden sufrir accidentes al caer en ellas.
“Las alcantarillas están muy deterioradas, los vecinos nos la pasamos limpiándolas para que no se tapen, al igual que el tubo matriz”, declaró Rosa Parra.
Vertedero lleno de basura
Por más de 30 días esperan los habitantes de La Compadrera para que el camión del aseo urbano, perteneciente a la Alcaldía de Guaicaipuro, pase por la zona para hacer la debida recolección de desechos sólidos.
Por tal motivo y debido al mal servicio prestado el cuarto de desperdicios que se ubica en la entrada del sector se muestra rebosado de bolsas y todo tipo de basura que expide malos olores que afectan significativamente a las viviendas más cercanas.
Moscas, ratas y gusanos hacen “un infierno” la vida de los vecinos, los cuales claman por un mejor servicio para evitar la propagación de enfermedades respiratorias, tópicas y estomacales.
“El camión del aseo no pasa desde hace más de un mes, los malos olores nos tienen azotados. Los de El Limoncito no prestan apoyo, por eso muchos tenemos que llevarnos nuestras bolsas a otros lugares para evitar que se sigan acumulando aquí”, indicó Reyes.
Claman por gas
Otro de los servicios que “brilla por su ausencia” es el de la distribución de bombonas por parte de Pdvsa- Gas, haciendo que los consumidores se vean en la obligación de dirigirse hasta Los Panamericanos o Los Cerritos para “cazar” el producto.
“Con respecto al gas hay un proyecto comunitario para que el camión venga a venderlo cada 13 días”, dijo Reyes.
Carretera “boca de lobo”
A pesar de que Reyes y otros habitantes dan fe que de el alumbrado del lugar está en excelentes condiciones, otros vecinos declaran que el servicio de luz es muy deficiente.
“No hay mucha luz en el sector, para muestra un accidente que ocurrió esta semana debido a la oscurana que tenemos aquí. Además el lugar no tiene defensas ni rayado vehicular”, atestiguó Parra.
La comunidad solo cuenta con dos paradas de transporte público, pero los peatones deben atravesar la carretera Panamericana para cruzar al otro lado y llegar a la misma ya que no cuentan con pasarelas para hacerlo.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21