El presidente del Movimiento al Socialismo MAS, Segundo Meléndez, insistió que la salida a la situación de descontento en el país sólo puede ser posible mediante el diálogo entre los diversos factores que integran la sociedad
El presidente del Movimiento al Socialismo MAS, Segundo Meléndez, rechazó ayer lunes la pretensión del Gobierno nacional de presentar el conflicto que se ha desarrollado en Venezuela a través de un sinnúmero de manifestaciones desde principios de febrero, como el resultado de una «Operación golpista o intervención extranjera. Esto es muy negativo porque es una manera de tratar de desconocer las protestas y el fondo que justifica la actividad de la gente en la calle».
Señaló que se ha convertido en una costumbre que cada funcionario del gobierno repita este discurso como una «retórica» política y sin presentar ningún tipo de pruebas: «Periódicamente llegan a matizar, exagerando con la idea del magnicidio con la única finalidad de encubrir la realidad sobre la grave crisis que vivimos en el orden económico, político y social, así como de inseguridad, desabastecimiento e inflación».
Para Meléndez, «la última iniciativa del presidente Maduro, en la que invita a la conformación de una comisión compuesta por representantes de los Estados Unidos de Norteamérica, representantes del gobierno y la mediación de Unasur, tiene el propósito de seguir redimensionando la idea de una posible intervención extranjera. Tratan de presentar que el debate es entre los Estados Unidos y Venezuela, entre Maduro y Obama. Además de ser una exageración, es una falacia total».
Insistió que la salida a la situación de descontento en el país sólo puede ser posible mediante el diálogo entre los diversos factores que integran la sociedad.
«Lamentablemente estamos ante expresiones que siguen ratificando el desconocimiento de unos a otros, por lo que denunciamos la manera en la que el Presidente de la República se dirige a los venezolanos que no son afines a su política con un discurso ofensivo, grosero e indigno de un Jefe de Estado que tiende a profundizar el odio, la división y la polarización entre venezolanos», expresó.
Agregó que «el diálogo tiene que empezar por reconocernos todos como venezolanos interesados en la salida a los problemas. Aquí no hay unos más patriotas que otros y todos por igual, tenemos la necesidad de salir de la situación en la que se encuentra el país».
En cuanto a la posibilidad de que ocurra un debate entre el presiente Maduro y el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, aseguró que sería de poca utilidad porque este diálogo está «precedido de descalificaciones y desconocimiento de parte de cada uno de los actores, justo en el momento en que los venezolanos no esperan ver más confrontaciones o definir quien es el líder, sino una solución a los graves problemas que atravesamos».
En este sentido, concluyó: «Estamos dispuestos a conversar con el Gobierno pero éste está obligado a rectificar la manera en la que asume el diálogo. Este debe ser sincero para poder intercambiar con personas y grupos que tienen opiniones distintas, puntos de encuentro. Si intentan controlar las protestas por la vía represiva esta se reproducirá, pudiendo devenir en una violenta confrontación o una guerra civil».
Agencias
