Queridos chavistas y opositores

 

 

Leandro Rodríguez Linárez

 

En mi humilde opinión la sociedad venezolana no se ha politizado, sino más bien se ha novelizado la política. Es una verdad inocultable el alarmante deterioro de nuestra calidad de vida en la última década, indistintamente usted sea pro gobierno o su detractor los hospitales agonizan, nuestras calles se encuentran inservibles, el alto costo de la vida gradualmente nos asfixia, la inseguridad nos aniquila y ahora, como joya de la corona, la escasez nos desespera como consecuencia de haber abandonado el aparato productivo nacional. El chavismo lleva la peor parte por cuanto ha manejado el 80% del espectro gubernamental a lo largo de todo este tiempo, sus seguidores, lejos de exigirles solución, se desgarran las vestiduras haciéndole comparsa a las excusas que sus gobernantes ofrecen, endilgando responsabilidad del caos reinante a la derecha, al imperio, a la oligarquía, a un golpe de estado suave, entre otras excusas más, teorías inyectadas en la psiquis de su parcela social a través de un aparato comunicacional monstruoso e incesante. Por otro lado, los opositores secundan el discurso de sus políticos suscribiendo teorías acerca de guiones cubanos, dictadura militarizada, despilfarro internacional, entre otras. Lo preocupante es que ambas posturas (ciertas o falsas) llevan al país en la dirección incorrecta, en cuanto prestamos toda la atención a los discursos, a los guiones, a la verborrea sin ocuparnos de lo realmente importante y necesario ¿lo duda? Venimos de ser en el 2013 el país con mayor inflación y el tercero más inseguro del mundo, argumentos más que suficientes para la demostración de lo aquí planteado; la política la hemos convertido en un entretenimiento, en una novela. ¿Qué es lo correcto? Lo correcto amigo, amiga lectora es que a usted no le debe importar sí el culpable es la derecha y su imperio o la izquierda y los Castro… ¡por Dios no! a usted lo único que le debe importar es que haya empleo formal, que haya seguridad en la calle, que la inflación anual sea de un digito bajo, que el sistema judicial sea imparcial así como expedito, que haya abundancia de productos venezolanos y accesibles, que el salario mínimo alcance para ahorrar, para la distracción, que no dependa de esclavizantes “ayudas públicas” que solo condenan a la pobreza, que al sistema educativo y de salud no le falte nada… esas son las cosas por la que usted debe desvivirse ¡no por discursos ni sus excusas!  Aceptar las excusas de los gobernantes es entregarnos a la sobrevivencia.

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