Debate sobre reelección en Ecuador trasciende a Rafael Correa

Sea cual sea la fórmula que se elija, serán los ciudadanos quienes tendrán la última palabra en las urnas durante las elecciones presidenciales de 2017
Sea cual sea la fórmula que se elija, serán los ciudadanos quienes tendrán la última palabra en las urnas durante las elecciones presidenciales de 2017

 El 1 de marzo el mandatario ecuatoriano dio a conocer que revisaría su decisión de no optar a la reelección ante «los nubarrones» que, según dijo, acechan a la Revolución Ciudadana, como denomina a su proyecto de gobierno

El anuncio del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de revisar su decisión de no presentarse a un nuevo mandato ha desatado dentro y fuera del oficialismo un intenso debate que ha trascendido la propia figura del gobernante.Todo empezó el 1 de marzo cuando Correa dio a conocer que revisaría su decisión de no optar a la reelección ante «los nubarrones» que, según dijo, acechan a la Revolución Ciudadana, como denomina a su proyecto de gobierno.

El mandatario aseguró que había tomado esa decisión porque tiene «la responsabilidad de garantizar» que esa revolución «sea irreversible», aunque precisó que tal anuncio no supone, necesariamente, que vaya a presentarse en 2017.Dio a conocer esta decisión al comentar los resultados de las elecciones locales del 23 de febrero, en las que el oficialismo perdió importantes alcaldías como las de Quito, Guayaquil y Cuenca, aunque ganó cerca de 70 municipalidades y diez de las 24 prefecturas provinciales.

Discusiones
A partir de ahí, el movimiento que lidera Correa, Alianza País (AP) ha abierto discusiones para determinar en qué forma se debe abordar el tema de la reelección, que entraña diferentes posibilidades e implica modificar la Constitución, que sólo permite una reelección.

Pero no todas las opciones tienen como protagonista a Correa, quien ya ha cubierto la reelección permitida por la carta magna, pues llegó al poder en 2007 y fue reelegido en 2013. Los asambleístas del oficialismo analizan también ampliar a todos los cargos de elección popular (asambleístas, prefectos, concejales y alcaldes) la modificación constitucional que resulte del debate.El gobernante, por cierto, ha pedido «que las cosas se discutan de la forma más abierta, más democrática, sin complejos, sin vasallajes, en función de lo más conveniente para el país».

AFP

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