Gobernantecracia…

 

 

Leandro Rodríguez Linárez

 

La Venezuela de hoy es incomprensible para propios y extraños, es un país estrictamente para gobernantes, son ellos quienes disfrutan las mieles de nuestras riquezas, mientras que el pueblo se desgasta en humillantes colas hasta para encontrar algo tan básico como papel de baño o leche en polvo, sin mencionar el exterminio ciudadano que resulta ser la inseguridad o las penurias que tenemos por servicios públicos.

La política alimentaria oficial, a través de Mercal o Pdval, corre la misma suerte, el pueblo realiza agónicas colas para adquirir productos racionadamente, con restricciones de cantidad, número de cédula o las nuevas condiciones que traerá la tarjeta electrónica, todo esto como consecuencia de una crisis de escasez e inflación, facturas de haber decidido abandonar por completo el aparato productivo nacional y haber apoyado el de otras naciones con las importaciones, recursos que de haber sido invertidos aquí transparente y eficazmente los venezolanos hoy tendríamos gran variedad de productos criollos a bajos precios ¡pero no! sopesaron más las jugosas comisiones en dólares obtenidas en esas transacciones internacionales a favor de la casta gubernamental.

Por sí fuera poco, el gobierno justifica las medidas de racionamiento y alza de precios alegando por demás contrabando de extracción, que de ser cierto es producto de inoperantes y oscuros controles fronterizos ¡solo eso! fácilmente corregibles, redoblando acciones en la frontera, con mayor control, transparencia y vigilancia, pero se imponen los intereses de una elite poderosa prefiriéndose castigar al pueblo, tal como ocurrió hace poco con el descuido gubernamental en el mantenimiento y modernización del sistema eléctrico nacional, lo que produjo injustas multas al más pendejo, el pueblo.

Así podríamos preguntarnos ¿cree usted que los gobernantes hacen colas para comprar sus alimentos y sufren la escasez igual que usted? ¿Cree usted que en caso de enfermedades o accidentes los gobernantes irán a los hospitales públicos, clínicas nacionales o se van al exterior a sanarse con atenciones decentes de salud? ¿Usted cree que los gobernantes sufren los embates de la inseguridad como usted y su familia o cree ellos disfrutan de escoltas, escoltas que paga usted a través de los impuestos?

Las respuestas son obvias y usted las sabe. Estamos idiotizados por los discursos, por las promesas, por las excusas y hemos dejado a un lado lo importante ¡la realidad! Venezuela hoy es un país para gobernantes, no para el pueblo.

 

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