Huecos de enormes proporciones colman la vialidad principal que conduce hasta los bloques de El Barbecho debido a que desde hace cuatro años las autoridades de la jurisdicción no se han encargado de repavimentar la zona, pese a los diversos llamados que han hecho los vecinos.
“Las calles de la urbanización están llenas de troneras, necesitamos que vengan los del la alcaldía o gobernación a reparar el asfaltado; que llegue el que sea, pero que nos arreglen la carretera”, manifestó Alicia Barrios, residente.
Un enorme cráter en la entrada del urbanismo mantiene en vilo a habitantes, visitantes, trabajadores y estudiantes que circulan por la localidad, donde además decenas de motorizados han ido a dar al piso por no poder esquivar los huecos.
Asimismo, algunas de las aceras que conducen hasta el sector se encuentran resquebrajadas e inservibles.
Bote de aguas negras
Desde hace más de dos años lugareños de El Barbecho se quejan de un bote de aguas negras que afecta gravemente la carpeta asfáltica de la principal calle de la localidad, a pesar de que algunos aseguran que los trabajadores de Hidrocapital han acudido al lugar, pero hasta la fecha no han resuelto la problemática que tiene una de las tuberías.
“El bote de aguas tiene añales ahí y nadie lo termina de arreglar”, indicó Rafael Gil.
Bombillos quemados
Aunque un grupo de moradores de El Barbecho asevera que el alumbrado eléctrico funciona a la perfección, otro afirma que ciertos bombillos permanecen quemados desde hace meses.
Durante el recorrido hecho por el equipo reporteril del diario La Región se pudieron observar algunas lámparas rotas, sobre todo en la bajada hacia el bloque 3, donde las personas que allí hacen vida describen el lugar como “una boca de lobo” durante las noches.
“Esta bajada es una cueva después de las 6:00 p.m., da miedo pasar tarde por acá; ya los de Corpoelec están enterados de la situación, pero seguimos esperándolos para que reemplacen y arreglen las lámparas dañadas”, dijo Luis Rojas.
Camión del aseo
“Los camiones del aseo urbano vienen a hacer la debida recolección de desechos sólidos, pero las personas botan su basura donde mejor les parece. A veces también tardan en venir y los cuartos de desperdicios de los edificios se rebosan”, expresó Gil.
Por otra parte, las zonas adyacentes a los bloques se muestran llenas de bolsas que contienen diversos desechos orgánicos, los cuales expiden malos olores que a su vez atraen a las moscas y facilitan la reproducción de gusanos, ratas y moscas que muchas veces se avistan correteando por plena calle.
“La basura la recogen cada vez que les da la gana, por eso la urbanización se ve toda sucia”, declaró Barrios.
Servicio de distribución de agua
Habitantes del bloque 7 afirman que el servicio de distribución de agua mediante tuberías directas falla regularmente, lo que los obliga a llenar tobos para evitar quedarse sin ella.
“Al bloque 7 no llega el agua porque la racionan regularmente, este problema lo hemos tenido desde siempre”, dijo Barrios.
Llenos de monte
La falta de mantenimiento por parte de las cuadrillas de la Alcaldía de Guaicaipuro y de Corpomiranda ha causado que la maleza obstaculice gran parte de las aceras que conducen a los peatones hasta el bloque 3, quienes se ven obligados a circular por la carretera corriendo el riesgo de ser arrollados.
Plaza sin luz
Los vecinos del urbanismo dan fe de que la plaza Raúl Leoni, ubicada entre los bloques, no cuenta con un servicio de mantenimiento permanente por parte de la alcaldía, por lo que ellos mismos hacen regularmente la limpieza de la zona.
“La plaza debería tener un mantenimiento adecuado y no lo tiene, nosotros la barremos y limpiamos para poder mantenerla”, manifestó Barrios.
Sumado a ello, dicho espacio recreativo no cuenta con el servicio de alumbrado eléctrico desde hace años, porque algunos bombillos se fueron quemando y no han sido reemplazados.
Censo comunal
Desde el pasado 28 de marzo y hasta el 8 de abril los vecinos de la urbanización Raúl Leoni estarán realizando un censo poblacional para poder conformar un nuevo consejo comunal para el sector.
“Ahorita están haciendo una reestructuración del consejo comunal, ellos entregaron un cuestionario a cada uno de los apartamentos que por la parte delantera pide los datos básicos de los habitantes, pero en la posterior tiene un cuestionario muy explícito que piden datos muy personales y a la gente no le gusta eso, por lo que muchos se sienten intimidados”, declaró Rafael Gil.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21