Desde hace más de tres meses los habitantes aledaños a la entrada de la populosa comunidad Ramo Verde del municipio Guaicaipuro informan que lleva un bote de aguas que mantiene obstaculizado al menos un canal de la carretera principal y parte de la acera.
“Hace meses había un bote de un tubo que viene de la Esguarnac, pero al parecer ya lo repararon. Ahora tenemos uno que al parecer proviene de uno de los tubos que pasa por debajo de la vía”, manifestó Jovana Blanco.
Por su parte, Blanco también aseguró que los trabajadores de Hidrocapital han acudido en diferentes oportunidades a la zona para verificar los daños, pero que hasta la fecha no han realizado ninguna reparación.
Asimismo, la vialidad principal carece en ciertos tramos de alumbrado eléctrico, haciendo que el camino se convierta en una “boca de lobo” que pone en peligro a los transeúntes, ya que estos son atracados por los motorizados que transitan por el lugar, quienes aprovechan la poca iluminación para hacer de las suyas.
“El alumbrado funciona a medias. A veces todos los bombillos prenden, pero otras noches simplemente no encienden y todo queda oscuro”, dijo Blanco.
El parque biosaludable, construido a unos pocos metros de la entrada de la mano de Corpomiranda, no cuenta con ningún tipo de alumbrado, por lo que los usuarios claman las debidas reparaciones para poder ejercitarse de manera adecuada y usar debidamente el espacio recreacional.
“Hacen algo, pero lo hacen para salir del paso y para que la gente crea. Ese parque no tiene luz y obviamente nadie lo usa por ese motivo, salvo que sea en la mañana o en la tarde temprano”, declaró Luis Vargas.
¿Y el aseo?
Desde hace más de siete el camión del aseo urbano perteneciente a la Alcaldía de Guaicaipuro no ha hecho la debida recolección de desechos sólidos en la localidad, según aseveran algunos vecinos.
Por tal motivo, enormes montículos de basura se observan a las orillas de la carretera, dificultando tanto el paso vehicular como el peatonal.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21