“Yo quiero ser un palmero, y quiero subir al cerro, podar la palma…” con esta canción 90 niñas y niños, con edades entre los 6 y 11 años , iniciaron su descenso desde la estación del Teleférico hasta Los Venados, en el Parque Nacional Waraira Repano, como parte de su experiencia en el Programa Educacional Los Palmeritos.
“Este programa nació en el año 2001, luego dictar una medida precautelar de protección contra incendios en los Parque Nacionales, debido a que en ese año se registraron más de cien incendios. En vista de que los niños ya no podían subir al área de Sabas Nieves y otros sectores por los riesgos forestales, el programa permitió involucrar a los pequeños en la tradición de los Palmeros y darles formación con valores católicos, religiosos y de familia. Allí se les enseña los valores del respeto, del compartir, la solidaridad, el orden y la disciplina para que ellos tengan respeto por la montaña”, dijo el Coordinador del Programa, Richard Delgado.
Asimismo, Delgado informó que en este año los niños participan por primera vez en un programa científico, en el cual se recolectan semillas de diferentes tipos de palmas y otras especies del bosque nublado para luego plantarlas en el sector de Los Venados, gracias a un permiso otorgado por INPARQUES.
“De esta manera, los Palmeros de Chacao, a través del Programa Educacional Los Palmeritos, contribuyen formalmente con la siembra de varias especies propias del ecosistema, al tiempo que transfieren los conocimientos de los ancestros y mantienen la tradición de cortar la palma bendita (Ceroxylon ceriferum) para ser entregada a los feligreses el Domingo de Ramos”.
Por último, Delgado acotó que las experiencias de los jóvenes son llevadas a los colegios, no solo del municipio, sino en otras instituciones educativas de la entidad mirandina. “Hace dos años fueron atendidos todos los planes vacacionales de Miranda por la ruta de la Cascada de Chacaíto, a través del vivero didáctico que ellos mantienen y que funciona en el Parque Humboldt”.
Bendita Palma
La palma Ceroxylon ceriferum, o palma bendita, solo existe en los países andinos: Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. Esta palma es de cera, y a eso debe su nombre (ceriferum).
Se propaga de muchas formas, pero una de las principales es a través de los pájaros pico frasco; unas aves verdes, parecidas al tucán, que se comen el exocarpo de la semilla (la parte más externa) y la disemina. La palma da frutos después de 80 años.
