Maduro y su gran problema de “rectificar”

Lo que hoy día se llama socialismo europeo y sudamericano como Chile, Bolivia, Ecuador o Brasil es una simple etimología, en la práctica existe un Estado de Derecho fundamentado en una socialdemocracia, con economías de mercado

Leandro Rodríguez Linárez

Twitter: @leandrotango

Ningún ensayo socialista clásico, de introducción al comunismo con ideas de socialización de medios de producción, ni mucho menos un ensayo comunista de pensamiento único ha tenido éxito en la historia y terminan por sembrar más pobreza y penurias en donde se aplicaron, sencillamente porque son atentatorios contra la esencia del ser humano, el ser humano busca y buscará hasta los fines de su existencia superarse conforme a sus capacidades y aptitudes, es decir, es por esencia diferente a los demás, así pues, cualquier sistema social, político y económico que no comprenda ni valore esto está condenado al fracaso.

Lo que hoy día se llama socialismo europeo y sudamericano como Chile, Bolivia, Ecuador o Brasil es una simple etimología, en la práctica existe un Estado de Derecho fundamentado en una socialdemocracia, con economías de mercado, libertad de opinión, de pensamiento, institucionalidad (unos más que otros) y respeto a los derechos humanos, nada que ver con aquel fracasado y trasnochado pensamiento socialista/comunista clásico que solo busca la perpetuación del poder de una casta política manipulando y controlando a los más necesitados.

Tras 15 años de sancocho ideológico que ni el mismo expresidente Chávez supo definir con claridad Venezuela no da para más, lo principal, lo fundamental, el trabajo, fue obviado anhelando la renta petrolera alcanzara para todo (textualmente) reduciendo el aparato productivo en todos sus niveles, hoy día dicha tozudez nos está pasando una carísima factura donde comprar papel “tualé” o leche es una vergonzosa odisea, ni hablar de la racionalización de los alimentos, de la maléfica inflación y la subsecuente inseguridad, es por eso que el gobierno trata desesperadamente de “dialogar” con empresarios y productores a fin de evitar su definitivo colapso y oxigenar una malbaratada economía cianótica que anda en retroceso, sin embargo hay en ello un devastador problema oficial; El gobierno liderizado por Maduro no le queda ninguna otra opción que recoger las amarras de su proyecto, de su modelo económico centralista y de visión colectiva privilegiada, está obligado a revertir lo que durante 15 años han hecho a pesar de todo tipo de advertencias propias y extrañas, el gran problema es que “rectificar” prácticamente aniquila el legado de expresidente Chávez dando paso a un fortalecimiento del sector productivo, esencialmente privado, que es el único que levanta a las naciones ¡he ahí el dilema!

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