Idelfonso Leal: “Rescatar Los Teques es cuestión de todos”

Idelfonso Leal es un historiador, investigador, escritor, docente y cronista de la capital mirandina, este noble personaje nació en el estado Zulia en 1932. Inició sus estudios en Lagunillas en la escuela “Antonia Esteller”, en esta misma población se desempeñó como obrero en un campo petrolero de la compañía Venezuelan Oil Concessions (VOC) desde 1946 a 1948.

Para el cronista la educación es primordial para recobrar los valores de una sociedad y el apego por la ciudad capital mirandina

Leal se mudó a la ciudad de Los Teques para continuar con sus estudios de secundaria en el liceo Francisco Miranda y más tarde en el liceo Fermín Toro de Caracas, aquí comenzó su amor por la ciudad, justo entonces decidió irse por la mención humanidades para luego estudiar historia en la Universidad Central de Venezuela.

El historiador se graduó en al año 1956 y dos años más tarde realizó estudios de postgrado en Historia de América, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla e investigaciones históricas en el Archivo General de Indias, también en esta ciudad del extranjero.

Actualmente es el director de la Academia Nacional de Historia de Venezuela, miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia Española, académico emérito de la Real Academia de la Historia Portuguesa, socio correspondiente de varias academias hispanoamericanas y Cronista de la ciudad de Los Teques desde el año 1993.

¿Cuál es la importancia del cronista en una ciudad?

Para Leal un cronista conoce la historia pues investiga, recopila y escribe acerca de los hechos acontecidos a lo largo del tiempo y es quien se encarga de sumar piezas importantes en el desarrollo de una ciudad.

¿Cómo nace ese amor por Los Teques?

“Nació porque Los Teques era una de las poblaciones más atractivas hasta hace poco, sobre todo a raíz de la creación del Ferrocarril Caracas – Los Teques el 7 de junio de 1891, había sido una villa abandonada en donde había que venir en burro o a caballo por la zona de Macarao, este tren rompió con el aislamiento de la ciudad y eso hizo que Los Teques se convirtiera en una urbe turística, con barriadas hermosas y carnavales pintorescos. Se decía que después de Los Teques el cielo”.

¿Cuál es la diferencia entre la ciudad de antes y la de ahora?

Según este insigne cronista “la ciudad era una zona verdosa con una fama magnifica y una población olorosa a nardos y claveles, en donde las aguas servían para curar la tuberculosis y la locura, aquí venia la gente a temperar, en donde presidentes tenían sus mansiones, Cipriano Castro tenía una gran casa en la conocida avenida Miquilen, Dionisia de Gómez y José Vicente Gómez también tenían sus mansiones aquí, era un atractivo único”

Más adelante llegó lo que fue la “decadencia” de Los Teques, manifestó Leal “en 1966 comienza la destrucción de Los Teques con el gobernador Antonio Bertorelli y la invasión despiadada del parque Gustavo Knoop que tenía 12 hectáreas, la ciudad fue castigada salvajemente y se ha ido socavando cada día más”

El historiador acotó que “Los Teques es la población más subdesarrollada que tiene Venezuela, llena de ventorrillo en donde no se puede caminar y que no tiene un cementerio digno para enterrar a los lugareños, una capital de estado que no cuenta ni con un mercado municipal decente o buen hospital, con un índice de criminalidad enorme y rodeada de más de 100 barrios”.

¿Cómo ha sido el cambio en los tequeños de aquel entonces y los actuales?

“De esa etapa dorada todo cambió cuando la zona industrial se fue desplazando hacia Los Teques convirtiéndose así en una ciudad dormitorio, en donde la gente comenzó a vivir en desarraigo por la ciudad y su historia, otras crecieron y Los Teques se estancó convirtiéndose en la ciudad de forasteros”.

¿A qué atribuye tanto deterioro?

“Pienso que todos somos culpables, moradores, forasteros y el gobierno, sin duda alguna, no es el chavismo, no es la oposición, como mencioné anteriormente el deterioro viene desde 1966 y no hay forma de pararlo, me duele porque he visto morir esta ciudad”.

Para este gran cronista es importante recuperar ese apego por la capital mirandina, pues muchos tequeños deben recobrar esos valores antiguos, “rescatar a Los Teques es cuestión de todos, de los vecinos, de quienes trabajan aquí, de los forasteros”.

La educación para este escritor es lo primordial y según aseveró “se debe cambiar la educación, incentivar la lectura, crear una campaña de amor a los libros y diversos estímulos culturales, un país que no tiene aliciente por los libros anda muy mal”.

Leal finalizó mencionando que “mientras los venezolanos prefieran a los héroes revolucionarios que a los próceres civiles difícilmente la sociedad mejorará”.

Kelly Rodríguez – krodriguez@diariolaregion.net / @KellyZued

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