Malos olores generan un alto nivel de insalubridad en la comunidad guaicaipureña Las Barracas, ubicada en el kilómetro 27 de la carretera Panamericana, en donde los vecinos deben vivir “con la nariz tapada” para no inhalar los olores expelidos que provienen de las alcantarillas de la zona, gracias a un bote de aguas negras que lleva meses en el lugar.
A su vez, el desbordamiento de las aguas servidas ha ocasionado la proliferación de zancudos que pone en riesgo, aún más, la salud de los vecinos en donde los niños podrían resultar los más afectados por ser los que se la pasan jugando en la calle.
“Los olores son de otro mundo, hay día en que no se aguantan ni un ratico. Los zancudos han aprovechado la situación para colocar sus huevos en los charcos que se forman entre los huecos de las caminerías, no queremos enfermarnos de dengue y es por eso que necesitamos con urgencia que reparen este problema lo más pronto posible”, declaró Marlene Osorio.
Por otra parte, en el lugar se encuentra un vertedero de basura improvisado, el cual normalmente se muestra colmado de desechos, ya que el camión del aseo tarda en hacer la debida recolección según informan los habitantes.
“La basura es otro de los problemas que tenemos aquí, ese es el pan nuestro de nosotros. El camión viene una semana sí y otra no, el servicio es intermitente y por eso las bolsas se acumulan, porque además algunas personas que no son de aquí vienen y dejan sus desechos como si nada”, dijo Osorio.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21