
El conjunto oriental tuvo en su capitán, el mirandino José “Grillito” Vargas, un arma importante en la victoria ante Trotamundos
Su cierre de campaña no pudo ser mejor: 21 puntos, 7 asistencias y 3 rebotes, con 9 tiros libres acertados en 10 intentos y el segundo más alto índice de eficiencia del partido, solo superado por quien sería elegido Jugador Más Valioso, el importado Aaron Harper.
Enorme, entonces, la felicidad de José “Grillito” Vargas al levantar, como capitán de El Acorazado, la copa del décimo campeonato del baloncesto profesional para Marinos, su segunda con el equipo. Porque -el lo sabe, aunque no lo pregone-,ese resumen en números refleja lo que su valor dentro del plantel oriental. Producto de la inagotable cantera mirandina, es figura establecida en Venezuela.
Jugador de los que además de talento para la disciplina es “de los inteligentes” -detalle de singular importancia-, maneja bien la pelota y sabe aprovechar las situaciones cuando no tiene la posesión.
Como escolta, aporta a la organización de la ofensiva con visión para habilitar, pero asimismo se crea buenas situaciones de lanzamiento, es amenaza latente a larga distancia y sabe aprovechar las debilidades defensivas (o las genera) para mandarse al cesto hasta colocar la bandeja o, en reacción a las ayudas en la marca, mete el freno para lanzar en suspensión o con el recurso de la “flotada”. Igual aprovecha para colarse ante cualquier descuido y tomar rebotes para la sorpresa del rival. Y, defensivamente, pone intensidad en la marcación, su rapidez de desplazamientos y capacidad de reacción son útiles además para ayudar al trabajo colectivo y para robar balones, lo que complementa con la velocidad para el contragolpe y seguridad en la definición…En fin, un jugador muy completo, que no en balde forma en el equipo nacional.
Esas virtudes, puestas al servicio de Marinos, colocan al de Ocumare como una pieza vital. Su experiencia en la LPB, sus actuaciones internacionales y su personalidad, le llevaron a ser desginado este año como capitán del equipo, responsabildiad que asumió como “el mayor compromiso de mi vida”, tales sus palabras al recibir el nombramiento.
Eran momentos previos al campeonato, cuando el anuncio de la ida de su hermano a Gregory a Puerto Rico -dada su condición de motor de la ofensiva y el cambio a Gigantes de Axiers Sucre, jugador emblemático y capitán- sembraba dudas en los aficionados. Entonces fue de los que creyeron en el programa de renovación del equipo, de allí sus palabras ahora, luego de levantar la Copa de 2014.
“Nadie creía en nosotros, decían que no teníamos equipo. Muchos hablaron, pero nos dedicamos a jugar baloncesto todos los días”.Y remata, satisfecho del deber cumplido: “Ahora somos los campeones, tenemos la décima estrella en nuestra casa. Luchamos por ella”.
El próximo compromiso de “Grillito” es pelear el puesto para el Suramericano, una competencia donde tendrá serios rivales en el también mirandino Jhornan Zamora, Dwight Lewis y Rafael Pérez. Lo afrontará con la misma decisión, y avalado por otra destacada actuación en el baloncesto local de 2012: índice de eficiencia de 471 al final del calendario regular, octavo entre los criollos, y promedios de 14 puntos, 5.2 rebotes y 3.4 asistencias.
Armando Naranjo
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