Grupos hamponiles tienen “de sopita” etapa tres de El Encanto

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Los habitantes informan que muy poco se observa patrullaje policial por la zona, por lo que piden la instalación de una garita de vigilancia. Foto: Deysi Peña.

Como “tierra de nadie” es la manera en que los habitantes de la etapa tres de la urbanización El Encanto describen el sector, en donde debido a la ausencia completa de efectivos policiales las personas ajenas al urbanismo andan “al garete”.

Música a todo volumen, venta clandestina de licor y de sustancias estupefacientes, además de reuniones en las áreas verdes que perturban la tranquilidad de las personas son las principales denuncias que emiten los habitantes de la zona, además de los diversos atracos a mano armada de los que son víctimas diariamente los transeúntes.

“Muy pocas veces observamos patrullaje policial por acá, uno llama para colocar alguna denuncia y tardan horas en venir. Aquí venden droga, licor, en el estadio que tenemos aquí se reúnen a tomar y jugar dominó, es un verdadero desastre. Y todo es por falta de policías”, manifestó Milagros Figueroa.

Durante esta semana se presentó un tiroteo en el lugar, debido a que unos sujetos provenientes de la barriada La Bambalina ingresaron por una zona boscosa a la urbanización, los mismos según informan algunos vecinos son los que se la pasan atracando en la etapa tres.

“Nos tienen de sopita, atracan, roban carros, se caen a tiros y la policía bien gracias. Por eso hacemos un llamado para que el ente encargado en el tema nos construya un módulo policial, para que el hampa se tranquilice y nos deje quietos de una vez por todas”, expresó Luis Ascanio.

Por otra parte, los usuarios de la línea de transporte que cubre dicha ruta se quejan de los atracadores que ingresan a las unidades a despojar a los pasajeros de sus pertenencias, situación que ha causado que algunos choferes no quieran subir hasta la última etapa de El Encanto.

Falta de luz

Vecinos aseguran que debido la falta de alumbrado público en las áreas comunes del urbanismo los grupos hamponiles pasan desapercibidos, por lo que se les hace más fácil atracar a los peatones que se dirigen a sus respectivas viviendas.

“No hay luz en las caminerías, todo es completamente oscuro y los malandros se esconden en cualquier rincón para cazar a sus víctimas y así nadie se da cuenta de donde están ubicados, necesitamos urgente una garita policial¨.

Ronald Gil – rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21

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