La vialidad principal de las comunidades Llano Alto y Lomas de Urquía tiene más de dos años colmada de huecos según informan los vecinos, ya que las autoridades encargadas del asfaltado no han repavimentado la carpeta pese a las denuncias que han emitido en reiteradas oportunidades las personas que hacen vida en dicha localidad carrizaleña.
Los conductores que circulan por el lugar deben “torear” las enormes troneras que se ubican en diferentes puntos del camino, pudiendo a su vez ocasionar algún accidente lamentable.
“Tengo dos años viviendo en el sector y nunca han venido a asfaltar. Hay demasiados huecos, sobretodo en la vía hacia Lomas de Urquía”, manifestó Jorge Correa, quien además labora como taxista en la línea de la comunidad.
Asimismo, una de las alcantarillas se encuentra sin rejilla, por lo que los vecinos han decido colocar por su cuenta unos palos para evitar que los choferes caigan en el hueco. Sumado a ello, los habitantes aseveran que la mayoría de las tapas están sumamente deterioradas, por lo que piden al alcalde José Luis Rodríguez la sustitución de las mismas.
“Las tapas las quitaron cuando comenzaron a hacer guarimbas, los taxistas fuimos los que las volvimos a colocar en su sitio; nos tuvimos que meter hasta para el monte a buscarlas, pero todas están hundidas y deterioradas”, afirmó Correa.
Como una cueva
Según comentan los vecinos del lugar la carretera principal no cuenta con la suficiente iluminación pública ya que los bombillos de ciertos postes permanecen quemados desde hace varios meses, pero los trabajadores de Corpomiranda no han acudido a repararlos a pesar de los reclamos que los afectados han hecho a través de diferentes vías.
“La luz no es suficiente, hay postes pero no se dan abasto”, dijo Correa. Durante las horas nocturnas el camino se convierte en una cueva.
Aceras guindando
En el aire se encuentra uno de los tramos de las caminerías por donde diariamente circulan una gran cantidad de personas para llegar a la parada de transporte ubicada en el kilómetro 18 de la carretera Panamericana, lo que se convierte en riesgo ya que están a punto de colapsar.
Completamente dobladas y resquebrajadas lucen las aceras, por lo que los usuarios claman por su pronta recuperación para evitar accidentes.
“La acera está literalmente guindando, simplemente la construyeron en el aire y ya se están cayendo”, indicó Correa.
Llenos de monte
Otro de los problemas que deben enfrentar tanto conductores como transeúntes es la gran cantidad de maleza que obstruye parte de las aceras y vías que circundan el lugar, situación originada por la falta de trabajo por parte de las cuadrillas de limpieza de la Alcaldía de Carrizal, las cuales según dicen los vecinos no desmalezan desde el año pasado.
“Hay una parte de la acera que está intransitable por el monte, la misma situación se repite en algunos tramos de la carretera. Pedimos que vengan a limpiar porque cuando inicien las lluvias el monte va a crecer más rápido y el problema empeorará sin lugar a dudas”, declaró Francis Díaz.
Inseguridad “a la orden del día”
A pesar de ser un lugar tranquilo según opinan los habitantes, algunos motorizados y demás sujetos ajenos a la comunidad se han dado últimamente a la tarea de atracar y robar a los vecinos durante las horas de la noche.
Díaz indicó que hace falta más patrullaje policial por la zona para evitar la angustia y que sucedan más atracos a mano armada, hechos que tienen en alerta a losresidentes, muchos de los cuales han sido víctimas del hampa motorizada.
“De noche no se ve a ningún policía por acá, cosa que no sucede de día porque siempre pasan haciendo su patrullaje . En la madrugada mayormente llegan personas corriendo a la parada del kilómetro 18 huyendo de los ladrones”, afirmó Jorge Correa.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21