Historias con sabor a Kocholatte

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Columna EXCITANDO EL PALADAR de Gabriel Balbás

Laborar con chocolate siempre será un trabajo enviado ¡Que se los digo yo, que tengo que aclarar siempre que aunque es divertido, tiene sus dosis de responsabilidad y rutina! Sin embargo siempre admiraremos a los que han hecho del chocolate una forma de vida; después de todo este alimento nos hace felices, así que aquel que trabaja con chocolate debe pasarla mejor que otros profesionales.

Caracas está llena de historias con sabor a chocolate. Desde los “catadores” encabezado por Ghesiree Pérez, embajadora de Chocolates El Rey, hasta los que transforman las tabletas en deliciosos e innovadores bombones. En esta amplia gama de “creadores” que trabajan con la bombonería, recientemente conocí a Kocholatte, cuyos productos son tan buenos que decidí traerlos a este espacio y presentárselos.

Chocolate para todos los gustos

LO QUE PIENSO DE KOCHOLATTE

De Kocholatte puedo decir muchas cosas: Primero que todo, que su trabajo me ha reconciliado con el chocolate blanco, el cual no es mi preferido pues soy más de los oscuros. Sin embargo, Kocholatte utiliza el ICOA, reconocido como el mejor chocolate blanco del mundo, y lo combina de manera magistral con diferentes texturas y sabores, haciendo que este tipo de chocolate cobre otros matices y despierte las más deliciosas sensaciones en el paladar.

También acotaría, sin desmeritar al resto, que son los bombones más lindos que uno puede comerse en Caracas. Cada bocado tiene un nivel de ejecución que pudiese compararse con una obra de arte. Combinan colores y formas, imprimiéndoles un sello muy personal y elegante que distingue a su marca.

Kocholatte tiene sabores extrañamente suculentos; como la teja de pretzel y papitas fritas, en una combinación que uno no esperaría en un chocolate, pero que cuando lo pruebas se convierte en uno de tus favoritos al instante.

Pero lo más distintivo de Kocholatte es que cada bombón lleva impreso una carga subjetiva de valores, que van desde el amor de familia (pues es una empresa familiar), pasando por el emprendimiento, y hasta algunas dosis de arraigo en la cultura árabe y el judaísmo.

cada bombón lleva impreso una carga subjetiva de valores

UNA FORMA DE VIDA INESPERADA

Hablar de Kocholatte es hablar de Raquel (Creadora y directora de la marca) quien se autodefine como autodidacta en el área culinaria, atraída por el gusto por la cocina que le inculcaron desde niña en casa. Raquel aún conserva el primer libro de cocina que le regalaron cuando tenía apenas 7 años, sin saber que ese obsequio se proyectaría en un negocio con el pasar de los años.

El giro de la cocina a la chocolatería llegó de manera repentina, como esas oportunidades fugaces que no se pueden desperdiciar.

“Todo comenzó con una receta casera de turrón de avellana con chocolate que regalaba a mis allegados, un día se me acerco una conocida que los había probado y le había gustado tanto que quería colocarlos en su evento, en ese momento me pregunto si tenia otros sabores y y le dije que si, cosa que no era verdad, lo cual para mi fue un reto ya que debía presentarle varios sabores en nuestra próxima cita. Así nace la Línea Crocantes en 2005, desde entonces he creado nuestras Líneas Delicatesses, Vasitos, Trufas, Curiosidades y bombones que cuentan con una variedad de más de 80 opciones” Recuerda Raquel Abbadi cuando se refiere a sus inicios en las artes de la chocolatería.

ENTRE CROCANTES Y DELICATESSES

Los chocolates de Kocholatte se dividen en 2 líneas, cada una con atributos que marcan un diferencial, y que pudiésemos decir que tienen su propia esencia. La primera línea es la de crocantes, donde los frutos secos son los protagonistas, dando vida a un abanico de texturas; combinando los frutos con diferentes ganaches de chocolate venezolano.

La otra línea es la de delicatesses, que como bien describe Abbadi, logra la armonía entre sabor y belleza, combinando formas y colores, dando como resultado un bombón de alto estándar, para público que busca algo exclusivo.

Entrar en la web es tentar a nuestras papilas gustativas

MAMÁ ¡YO QUIERO KOCHOLATTE!

El nombre de esta marca es pegajoso y recordable, pues nos rememora a esa forma peculiar con la que más pequeños distinguen al chocolate, cuando apenas dan sus primeras palabras. Sobre este punto la desarrolladora de la marca nos acota:

“Quería una marca asociada a un buen recuerdo y los mejores recuerdos que tenemos provienen de la infancia y la palabra Kocholatte nos transporta a esos años en que así le decíamos al chocolate.”

PASEO DE SABORES AL ALCANCE DE UN CLICK

La deliciosa y varada oferta de esta chocolatería caraqueña está al alcance de un click, a través de la web. En su página www.Kocholatte.com pueden armar su caja de bombones, incluirla en el carrito de compras, pagar con tarjeta de crédito y que se los envíen su casa o directamente a la persona a la que le obsequiaremos los bombones.

Entrar en la web es tentar a nuestras papilas gustativas. Encontraremos un YAN EKEY – bombón de pie blanco con ganache de chocolate y galleta molida. AMÄY – Relleno de parchita en crocante de almendra, cubierto con chocolate oscuro. NOKO – En el que se combina la nutella con cambur en una cubierta de chocolate oscuro. El mazapán se aromatiza con rosas en el bombón DARÍKU, y con lavanda en el IMENÜ.

La selección por web permite seleccionar los bombones Kosher, para los seguidores del judaísmo.

KOCHOLATTE PARA MOCHILEROS

Realmente es Kocholatte para viajes pero, desde que vi la propuesta en su web, me imaginé estos bombones paseando conmigo por el mundo, para maridarlos con los más exóticos paisajes y disfrutarlos en distintos lugares.

Ahora con Kocholatte usted tendrá la oportunidad de llevar los chocolates a cualquier destino por un mínimo costo adicional. Cada chocolate es empaquetado en forma individual para garantizar su frescura, forma y sabor durante el traslado. Lo que asegura que pueden viajar.

Creo que este va a ser uno de los objetivos del próximo “mochileo” viajar y poner a pasear los bombones de Kocholatte. Imaginen por ejemplo disfrutar (y fotografiar) un bombón de estos frente a los imponentes símbolos de las capitales europeas.

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EN LAS REDES

El Time- Line de Kocholatte, en sus redes sociales, es no apto para aquellos que están a dieta, pues invita a pecar y sucumbir ante el buen chocolate. En su twitter @KocholatteVE podemos seguir las novedades de la marca, mientras en Instagram la cuenta KOCHOLATTEVE nos atrapa con fotos de sus bombones, que cautivan por la vista y exaltan las papilas gustativas.

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Como bien dicen los creadores de esta marca impregnada en chocolate ¡Regala Kocholatte, y con suerte los compartirán contigo!

Historias con sabor a Kocholatte

 

EXCITANDO EL PALADAR

Gabriel Balbás

Mochilero Gourmet

Twitter e Instagram: @GabrielBalbas

 

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