Nunca he podido descifrar si la creatividad produce insomnio, o por el contrario estar insomne activa el proceso creativo. Lo cierto es que cuando me cuesta dormir, mi cabeza se llena de ideas y pensamientos. Tal vez era saber que no había escrito la columna dominical lo que me quitaba el sueño, pero esa desvelada me hizo ponerme a recordar viajes y mochileadas.
En esos momentos empiezo a contar países visitados (que dicho sea de paso no soy capaz de recitarlos todos si me los preguntan repentinamente) los cuales según mis cálculos son 36 y según el pasaporte son 38.
De esas mochileadas se desprenden vinos tomados, comidas exóticas novedades y hasta sitios que no me acuerdo haber probado nada interesante. Por eso me propuse contabilizar países recorridos y los sabores que me evocan. Empezando por nuestro continente americano:
1- Estados Unidos – Visitar USA no supone ninguna novedad culinaria, pues sus productos están bien arraigados en la cultura mundial. Hamburguesas, coca cola, tacos… Fast food por doquier. Eso es lo que se consume en un viaje a los Estados Unidos.
2- Panamá- Mi vista a Panamá distaba mucho de los motivos que mueven a la mayoría; pues no fui a raspar el cupo. Panamá no me sorprendió gastronómicamente hablando, pero recuerdo con agrado su Cerveza Balboa, su Ron Abuelo –Bastante bien hecho, vale acotar- y la facilidad de comprar vinos californianos a bajo costo.
3- Colombia – De Colombia tengo un compendio demasiado largo de sabores y aromas, porque más que un viaje, fue mi segundo hogar por par de años. Colombia huele a café, a pan de bono, a bocadillo de guaya, a ajiaco – Una sopa que contiene caldo, pollo esmechado, papas y maíz, a la que luego de servida se le agregan: Arroz, crema de leche, alcaparras y maíz- En diciembre huele a la fritura del buñuelo, y a ese humito que se desprende cuando revuelves la natilla, una actividad que parece más ejercicio de bíceps que cocina. En cervezas tienes la línea de Club Colombia, la Aguila, Pocker, la costeña… Y el café tiene nombre, se llama Juan Valdez.
4- Brasil – Estaba adolescente cuando fui a Rio de Janeiro, por lo que aún no era tan presto a la gastronomía. De grande descubrí la cachaza, que da vida a la caipiriña, el pan de queso, y dulce de maní.
5- Ecuador – De esta nación latina, mis mejores recuerdos sensoriales evocan al chocolate “Republica del Cacao”. Tabletas aromáticas, sabores que combinan dulces y amargos. Mi preferido es uno que trae como crocante de tostón salado molido…
6- Perú – Mi paseo por Lima se vio frustrado tras una lesión en mi rodilla, fruto de un intento frustrado de una foto “postal” en París. Tuve que pasar todo un día acostado en las sillas del aeropuerto. Ahí comí causa limeña, olía a ceviche y me jarté una caja de chocolates “gourmet” llamados Los Tesoros del Inca.
7- Argentina – Los sabores de Argentina son tan diversos que dieron para una columna a página completa en una edición anterior. La nación sureña te recuerda el color violeta del malbec, con sus aromas a ciruela y su gusto suave. También sabe a alfajores, de los que se comen en San Telmo, acompañados de una botella de vino espumoso. El aroma más característico es el de la yerba mate, la cual da origen a miles de infusiones a diario en Buenos Aires.
8- Uruguay – Los charrúas saben de carnes, al igual que sus vecinos. Pero en el vino distan mucho de la amigabilidad del malbec, aquí el tinto es fuerte, potente y tánico, con su cepa ícono: la Tannat.
LOS SABORES DEL CARIBE
Las islas caribeñas son mágicas para el paladar. Las mezclas de colonias europeas, el pasado africano, y el espíritu propio del mar, impregnan a estas islas de una rica cultura culinaria. No obstante, aunque hay similitudes cada una de ellas tiene sus diferenciales.
9. Trinidad – Mi recuerdo de esta isla siempre girará en torno a lo picante y especiado. Increíble el nivel de tolerancia al picor de las comidas. Además tienen una influencia fuerte de la cultura hindú, que se expresa en sus comidas, sobre todo con el uso del curry, de la forma más potente posible.
10- Curazao – Sólo se me viene a la mente el Blue Curazao, un licor semi dulce y amargo que se origina del macerado de la concha de naranja.
11- Aruba – Balashi, la cerveza de Aruba, es indiscutiblemente el sabor más emblemático de esta pequeña isla. En lo personal, siempre sabrá a Laurent Perrier, champagne que me acompañó en mi día de playa en la isla privada.
12- Grenada –Es una isla con variedad de sabores: Rones, Chocolate (de excelente calidad), especias (en especial Nuez Moscada), ponche crema, langosta, sopa de auyama con coco.
13- St Vicente – Como todas las islas que fueron colonia británica, San Vicente hace Ron. Probé Ron Capitan Bligh X.O y Sparrows, este último me sorprendió por lo especiado.
14- Puerto Rico – Del cual añoro una decena de sabores que exaltaban mis papilas durante mi estadía laboral en la llamada “Isla del encanto”. Comenzando por el Ron Bacardí. También está el mofongo, plato elaborado con plátano “majado” (puré) y un festín de frituras, como el bacalaito y las alcapurrias.
15- San Martín – Aquí lamentablemente sufrí los embates de ir a un hotel “todo incluido” donde tienden a suplir la comida local por platos “internacionales”. Recuerdo los cocteles que daban en el bar de la piscina, en especial la piña colada que les quedaba de maravilla.
16- Anguilla – De esta pequeña isla poco se sabe a nivel internacional. Realmente no hay suficiente población como para explotar una cultura culinaria, sin embargo tienen la ventaja de eso que llaman “Pesca del día”.
17-Guadalupe – Este es un caso bien particular, pues en mi pasaporte un sello dice que entré en algún momento a esta isla francesa en el Caribe. Yo en realidad no lo recuerdo…
18- Barbados – Por este país tengo especial cariño, porque fue mi primer viaje al exterior. Sin saberlo, esta isla marcaría mi vida como mochilero. De sus sabores rememoro el “pez volador”. Lamentablemente era menor de edad y no disfruté los rones ¡Cuenta pendiente!
¡Continuará!
EXCITANDO EL PALADAR
Gabriel Balbás
Mochilero Gourmet
Twitter e Instagram: @GabrielBalbas