“No hay mal que dure mil años ni bolsillo que lo resista” es el nuevo lema de miles de venezolanos de cara a los altos índices inflacionarios que han ubicado la canasta básica familiar en 20 mil bolívares en contraposición a un sueldo mínimo de Bs. 4.250.
“Llevo meses agobiada sólo con la compra de alimentos porque aparte de que están cada semana más caros es cada vez más difícil hallarlos en su totalidad. A ese dolor de cabeza se le suma el fin del año escolar, que avisa el pago de inscripción, nuevo costo de matrícula, lista escolar y uniformes y zapatos”, refirió Darsy Jiménez, habitante de Carrizal.
Esta declaración cargada de angustia coincide con los recientes datos aportados por Cendas, que apuntan el alza de cinco de los siete rubros que componen la canasta básica familiar venezolana.
En primer lugar, el rubro de los alimentos subió Bs. 976,05, de 10.980,17 a Bs. 11.956,76, 8,9%, aumentando de precio frutas y hortalizas (15,6%); carnes y sus preparados (9,2%); leche, quesos y huevos (8,9%); raíces, tubérculos (6,0%); pescados y mariscos (4,9%); azúcar y sal (4,2%); cereales y productos derivados (3,4%) y grasas y aceites (1,7%). Entre los grupos que no variaron de precio destacan granos (Bs. 309,08); salsa y mayonesa (Bs. 106,40) y café, (Bs. 127,40), según el estudio de Cendas.
Los artículos de higiene personal y limpieza del hogar subieron de Bs. 907,77 a Bs. 929,77 (2,4%), la afeitadora desechable, de Bs. 20,00 a Bs. 24,33 (21,7%); la espuma de afeitar, de Bs. 111,67 a Bs. 115,00 (3,0%) y la crema dental de Bs. 20,33 a Bs. 21,00, (3,3%) y todos forman parte de la extensa lista de productos que brillan por su ausencia en los anaqueles de las perfumerías altomirandinas por lo que es cada día más frecuente verlos ofertados por Internet con sobreprecio de hasta 10 veces el costo real.
“En este país ya no se puede hacer nada porque cualquier cosa es un dineral”, refirió Luisana Rojas, vecina de Lagunetica, Los Teques, quien detalló que en cualquier salida con los niños gasta una fortuna.
-El Día del Niño llevé a mis dos chamos a almorzar al Centro Comercial La Cascada, comimos helado y después entramos al cine, allí se me fueron tres mil bolívares y eso que no los acostumbré a comprarle un obsequio como tal sino que salimos a compartir, sino la cuenta se me hubiera triplicado- añadió.
A esta queja se suma los nuevos costos de matrícula en el colegio. “El año pasado subieron 30 % sin previo aviso, esperemos que ahora se mantengan en ese margen, porque tengo amigas con chamos en otros colegios y les han subido no menos de 80 % y cuando se tiene a dos hijos la situación se torna más complicada porque todos los gastos se duplican”, agregó.
Almuerzos por las nubes
El pago de cestatickets se ha vuelto insuficiente con los precios del mercado. “Como trabajo en una empresa privada pequeña cobro el monto mínimo en el bono alimenticio, en mi tarjeta no me depositan más de Bs. 700 al mes lo que es un chiste si consideramos que, en promedio, un almuerzo cuesta 200 bolívares”, refirió Jairo Guzmán, administrador, quien percibe menos bonos también luego de que para ajustarse a la nueva Ley del Trabajo que establece dos días consecutivos de descanso, dejara de hacer guardia los fines de semana.
-La solución no es que sigan aumentando el sueldo o los cestatickets sino que controlen la inflación galopante que hace que todas las semanas todos los productos aumenten de manera desproporcional. Otra cosa a la que hay que meterle la lupa es a los colegios, porque una cosa es que aumenten para garantizar su existencia y otra muy distinta que se vayan a exceder incrementando en más del 100 %- añadió el entrevistado´.
Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl