Denuncian alquiler de niños para hacer colas en módulo de Mercal

Finos cartones sirven de cama para los pequeños que son dejados desde muy temprano por padres irresponsables que retornan a buscarlos en horas del mediodia tras recibir el pago.

El consejo comunal Ezequiel Zamora detectó la irregularidad y la denunció oportunamente ante el Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente de Guaicaipuro que ya ha tomado cartas en el asunto

Finos cartones se convierten en la cama de pequeños que son alquilados desde la madrugada para hacer las largas colas por quienes desean adquirir alimentos sin esperar hasta 10 horas para hacerlo.

La irregularidad fue detectada en la bodega Mercal de la calle Ricaurte de Los Teques, donde voceros del consejo comunal Ezequiel Zamora notaron que diariamente hasta 15 menores de edad dormían a las afueras del local y tras investigar descubrieron que se trata de un nuevo “negocio”.

“Llegan carros desde las 3:00 a.m. y dejan a los chamos que se acuestan para guardar el puesto hasta que les toca entrar y llega el adulto a comprar. Esos padres son unos desalmados porque no saben qué les puede pasar allí solitos”, denunció Solángel Morales, vecina de la calle Ricaurte.

La denuncia fue corroborada por la presidenta del Sistema Integral de Protección del Niño, Niña y Adolescente del municipio Guaicaipuro, Yelitza González, quien detalló que se está investigando al respecto.

“Los niños son sujetos de derecho y nosotros como sistema vamos a velar porque sean respetados; es una violación a la ley utilizarlos y exponerlos a riesgos que les pueden costar hasta la vida”, sentenció González, quien agregó que quienes sean descubiertos en estas prácticas serán severamente sancionados.

Pero la advertencia no ha causado mucho revuelo, y en las puertas de los supermercados privados también se apuestan mujeres con bebés en brazos que son “prestados” por un monto de dinero para que dejen pasar antes a los compradores.

“Todos los días veo a la misma persona en la esquina del Central Madeirense de La Hoyada, pasa su hijita a otra persona y le dan dinero. Esa otra persona se acerca hasta la puerta donde le dan prioridad de ingreso por estar con la niña. Compra lo que quiere, sale y entrega a la menor”, explicó Laura Querales, comerciante informal del mercado a cielo a abierto de la avenida Francisco de Miranda, quien pasa toda la semana haciendo cola para comprar harina de maíz para elaborar los bollos y hallacas que vende.

-También alquilan a chamitos como de 8 años para que hagan la cola para comprar los productos que escasean aprovechando que están de vacaciones en las escuelas, lo que ha llevado a los encargados de varios locales a cuidarse las espaldas y prohibir que menores de edad hagan las compras.gf

Horas de colas
Las irregularidades proliferan en las afueras de los negocios de alimentos y perfumería, donde se han agudizado los problemas de despacho de mercancía, por lo que, aprovechando las vacaciones escolares, muchos representantes envían a sus hijos a hacer las colas.

“Una cosa es que el muchacho ayude a sus padres, pero los adultos deben estar con ellos si estamos hablando de menores de edad; es bueno que les deleguen responsabilidades; pero otra muy distinta es que los alquilen o los obliguen a hacer hasta cinco horas de cola”, refirió Mónica Querales, socióloga.

-La situación actual del país ha dado lugar a una serie de prácticas antes inimaginables. Es importante que en los supermercados estén atentos ante estas irregularidades que se pueden prestar para otras anomalías, en el peor de los casos hasta prostitución.

Otras modalidades más inofensivas que se pueden apreciar durante las colas es la venta del puesto, el alquiler de sillas plegables y hasta sombrillas, bien sea para evadirse del sol o la lluvia, así como el expendio de helados, jugos y hasta pastelitos para quienes no se van preparados.

“La primera vez caí por inocente y con la plata contada me tocó pasar hambre, pero desde entonces cada vez que sé que me toca hacer una cola salgo preparada de mi casa con galletitas, alguna frutita y agua”, confesó Mariela López, vecina de Los Teques que semanalmente dice destinar no menos de 15 horas en colas para adquirir desde harina Pan hasta papel higiénico.

Johana Rodríguezjrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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