Habitantes de conjuntos residenciales ubicados en varios sectores de la ciudad se quejan de la alta inseguridad que deben vivir diariamente dentro de las instalaciones de los edificios, áreas comunes y estacionamientos de las torres, donde el hampa común hace de las suyas “a diestra y siniestra”.
“Uno no puede dejar nada de valor en los carros porque te rompen los vidrios y se llevan carteras, reproductores y hasta cajas de herramientas. Anteriormente estos casos se vivían de vez en cuando, pero últimamente es diario escuchar a los vecinos que les robaron algo. Aquí no hay seguridad porque la policía brilla por su ausencia”, declaró Ana Guillén, habitante de residencias La Cima.
Los vecinos del mencionado conjunto conformado por cinco torres, afirman que los motorizados los mantienen “azotados” día y noche debido a que el lugar carece de vigilancia privada y algunos portones se encuentran fuera de servicio desde hace varios meses facilitando el ingreso de personas ajenas a las áreas comunes.
“Supuestamente no permitirían circular a los motorizados durante las noches, pero eso como que quedó en el olvido porque aquí ellos son los que mandan y hacen lo que les da la gana. Necesitamos más policías en las calles, no que anden matraqueando sino cuidando a las personas”, dijo Guillén.
Por su parte, vecinos de la urbanización Simón Bolívar enfrentan las mismas situaciones a pesar de que aseguran que el patrullaje policial pasa “de vez en cuando” por esta zona de la ciudad.
No solo las residencias del municipio Guaicaipuro son “el blanco” del hampa motorizada, también algunas del municipio Carrizal y Los Salias.
Habitantes de Montaña Alta, Carrizal, denuncian más seguidamente atracos a mano armada en algunas caminerías, estacionamientos y hasta dentro de las pérgolas de los edificios.
“No hace mucho atracaron a dos muchachas en la entrada de la torre cuatro y eso que el módulo de Policarrizal está a unos pocos metros de esta torre. Últimamente, sobre todo en horas de la tarde, se ven muchos motorizados circulando por aquí”, indicó Patricia Oropeza.
Piden desmalezamiento
La personas que hacen vida en la urbanización La Rosaleda, municipio Los Salias, no escapan de esta realidad, aseguran que caminar de noche por las aceras que dan al urbanismo desde la carretera Panamericana es “una guillotina”.
“El monte está altísimo y los hampones se esconden allí para pasar desapercibidos. Aquí han hasta violado a pesar de que Polisalias hace patrullaje, estamos cada vez peor con el tema de la inseguridad”, dijo Oriana González.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21