40 familias en alto riesgo en sector La Gotera

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Las caminerías de la zona se han ido resquebrajando impidiendo el paso de los vecinos, quienes a su vez deben reconstruirlas cada vez que cae una lloviznita. Foto: Deysi Peña.

Más de 40 familias viven en alto riesgo en el sector La Gotera de la populosa comunidad Palo Alto, debido a que el terreno donde se encuentran ubicadas las casas ha ido cediendo por la acción de los numerosos botes de aguas blancas y negras que se presentan en la zona.

Hace aproximadamente 10 años algunas de las familias que habitaban el lugar fueron trasladadas hasta un complejo habitacional en Las Cocuizas, estado Aragua, pero las demás quedaron fuera de dicho plan por causas desconocidas hasta la fecha.

“Nadie nos presta atención, hemos colocado la queja en Contraloría donde ya tienen las carpetas con todos los papeles, pero nada que nos ayudan. Estamos en alto riesgo y tememos que lleguen las lluvias porque el terreno puede terminar de derrumbarse”, declaró Leida García, vecina.

Los habitantes claman por una inspección de parte del Ministerio de Hábitat y Vivienda, ya que los funcionarios de Protección Civil Guaicaipuro y los bomberos emitieron una cartas donde atestiguan que las familias están habitando en una zona de alto riesgo.

Debido a que son pocas las personas que conforman el sector, se vieron en la obligación de crear una asociación civil, en lugar de un consejo comunal, la cual lleva por nombre Bravos de Guaicaipuro, con la que se han movilizado hasta los momentos.

“Fuimos a Los Laureles con Leonel Azuaje, quien es ahorita el encargado de Hábitat y Vivienda, y nos explicó que teníamos que inscribirnos, pero siempre nos marea con eso. Vamos todos los jueves que es cuando nos reciben, pero lo hacen cuando quieren”, dijo Alexandra Ramírez, vicepresidenta de la asociación.

Caminerías colapsan

Las caminerías que dan acceso al lugar y a las viviendas que aún están en pie se muestran resquebrajadas y en muchos puntos son cruzadas por riachuelos de aguas negras que llenan de malos olores el lugar.

Los vecinos han tenido que improvisar puentes colgantes, ya que las aceras se desplomaron por completo en algunos lugares, asimismo han “parapeteado” las escaleras que llegan a algunas casas.

“Necesitamos una inspección inmediatamente, los caminos están demasiado dañados, cada día el terreno cede más; las casas se están quebrando, los caminos hay que construirlos cada vez que llueve”, afirmó Ramírez.

Cabe destacar que en la comunidad cuentan con al menos cuatro personas con discapacidad, a los que se les dificulta acceder a sus viviendas.

Postes “guindando”

No sólo las caminerías están pendiendo de un hilo, dos postes de alumbrado eléctrico han tenido que ser soldados a cabillas y tubos por los vecinos para retardar su desplome ya que con la acción del agua van cediendo cada vez más.

“Nadie nos presta atención, los postes se están cayendo y las caminerías ni hablar. Hablamos con Corpoelec y nos dieron una solución de cambiar los postes, pero todavía estamos esperando”, indicó García.

Invasiones a la orden del día

Algunas viviendas que ya fueron desalojadas por sus habitantes y quedaron parcialmente construidas han sido invadidas por personas ajenas al sector, quienes a pesar de los numerosos problemas que existen en la zona no dudaron en “hacerles unos arreglitos” para mudarse a las estructuras.

“En las casas que ya desalojaron se están metiendo, ya hay cuatro que aunque están en alto riesgo están habitadas por nuevas personas. Queremos que nos reubiquen inmediatamente porque esto ya no da para más y con las lluvias es peor; aquí tenemos muchos niños, personas discapacitadas y de la tercera edad. El alcalde ni pendiente, no ha salido para nada; vino a buscar votos y listo. No lo hemos visto ni en fotos. Azuaje nos atiende cada vez que le provoca”, aseveró Ramírez.

Enfermedades

Debido a los constantes botes de aguas negras entre los que viven las personas del lugar, los niños y niñas de la comunidad han resultado enfermos con diferentes patologías que ponen en riesgo su vida diariamente.

“Tenemos dos niños con dengue y escabiosis por las cloacas. Sino recibimos respuestas inmediatas tendremos que tomar acciones de calle a ver si así nos toman en cuneta”, afirmó Ramírez.

Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21

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