¿Qué motiva las mentiras del Alcade de Guaicaipuro?

Una vez que la macolla nacional del Psuv impuso la candidatura de Francisco Garcés para alcalde de Guaicaipuro a tres meses de las elecciones municipales del año pasado, su participación como candidato y después como alcalde electo ha estado rodeada de mentiras y manipulaciones informativas que le crearon una negativa matriz de opinión difícil de superar; con el agravante de que apenas lleva ocho meses y medio en el cargo de un mandato de cuatro años.

La primera mentira fue la creación artificial de una imagen de un supuesto gerente exitoso por sus “logros” de cuando pasó por el gobierno nacional, para convertirlo en un producto digerible durante la campaña electoral; pero, en contrario, no pudo reparar la inmensa falla de borde de la panamericana, a la altura de Súper Líder, cuando fue ministro de Transporte y Comunicaciones del difunto Chávez. La prueba de su ineptitud aún está visible.

Otra mentira más grave por sus connotaciones jurídicas, fue cuando consignó una declaración jurada de residencia ante la Junta Electoral Municipal del CNE en la que afirmó que tenía más de tres años viviendo en la calle principal de Valle Alto, de Los Teques, para poder cumplir con uno de los requisitos de elegibilidad exigido por el artículo 85 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal; pero cuando se han consultado a los vecinos de esa urbanización, dicen que ni antes ni ahora lo han visto por ese sector.

Ya como alcalde, Garcés ha incurrido en muchas más mentiras pero hay dos que valen la pena destacar por las implicaciones que tienen para los que padecemos las consecuencias de su mal desempeño. Una es que ha dicho que el problema de la recolección de la basura lo tiene resuelto en un 96%, cuando la realidad es que la situación ha empeorado en las siete parroquias de Guaicaipuro; sobre todo en los sectores populares, en los que existen más de 100 vertederos improvisados llenos de basura, ratas y gusanos; y la otra es que, según él, la alcaldía ha colocado más de 7.500 toneladas de asfalto para reparar la vialidad en el municipio; pero es un trabajo que lo ejecutó Corpomiranda, que es una dependencia nacional, en más del 80%, y sólo la vía de El Rincón a Lagunetica y algunos parches de ripio en otros pocos lugares es atribuible exclusivamente a su gestión. Ahora, ¿Por qué el alcalde miente regularmente sobre su gobierno?.

Podría ser por un problema de distorsión de su personalidad que lo induce a ser un mentiroso compulsivo; pero sería una respuesta muy simplista de mi parte, y sobre la que deberían opinar expertos en psicología. Mi juicio como Politólogo es que los tiros van por otro lado.

Garcés sabe muy bien lo que hace cuando miente. Es más, creo que es un cálculo frío y premeditado que está orientado por la actual polarización política del país: el alcalde no le habla a la oposición ni a los independientes sino a sus seguidores; y mientras las mentiras sean más descaradas es más productivo para él porque de esa forma logra mayor unificación de la dirigencia de su partido alrededor de su gestión, que al final es lo que le importa; y está consciente de que cuenta con un universo cautivo dispuesto a convertirse en convenientes multiplicadores de una “verdad” que se corresponde con sus intereses políticos y laborales.

DONDE ESTA LA MISION NEVADO?. Recientemente el gobierno nacional creó la Misión Nevado con el objeto de brindar protección sanitaria, médica y alimentaria a los animales comunitarios que deambulan por las calles de Venezuela; pero pareciera que algunos de sus funcionarios la desconocen porque hace poco sucedieron dos eventos en Los Teques que pusieron en evidencia la falta de respeto y consideración con estos animalitos. El primer caso fue cuando unos empleados del Metro llevaron cinco perritos desde la estación Alí Primera hasta la plaza Bolívar de San Pedro y los dejaron abandonados a su suerte; aunque ya el Presidente del Metro, Farith Fraija, resolvió el atropello porque supuestamente destituyó al funcionario y los canes fueron devueltos a su espacio natural. El otro, se trata de otros 25 perros que tienen más de cinco años viviendo en Intevep, de los cuales 14 fueron llevados al refugio “Mil Patitas”, en Retamal; cuyas precarias condiciones les podría complicar su futuro. Conversé este último caso con las proteccionistas de animales la “negrita” Arteaga y Leidy Méndez, que lo conocen muy bien; y me aseguran que una solución temporal es que se habilite un espacio dentro de Intevep, llamado “Nora”, para aislar a los perros con problemas de conducta y reciban adiestramiento socializante; mientras se logra una solución estructural como sería disponer de un refugio integral para poder albergar a los más de 500 perros comunitarios que cohabitan en 30 manadas identificadas en Los Teques. Amigos que conocen a la Presidenta del Intevep me cuentan que tiene buena disposición para no afectar a los animalitos porque ha demostrado sensibilidad sobre el tema; pero es importante que no sigan los traslados injustos a otros lugares inadecuados porque esa medida no resuelve el problema sino que lo mueve a otro sitio. Lo que se exige es que ejecuten la Misión Nevado…

COMPATRIOTAS COOPERANTES. Un aspecto fundamental del éxito comunicacional del oficialismo es que dispone de una considerable plataforma de seguidores que repiten toda la verborragia cargada de simbolismo que generan los expertos en semiótica. Basta con que a un alto funcionario se le ocurra cualquier mamarrachada lingüística para que tenga una réplica automática, y la mayoría de las veces ni se conoce el significado real del eufemismo utilizado. Ese fenómeno comunicacional es lo que sucede con la invención de los “compatriotas cooperantes”, que no son más que la oficialización del “sapo criollo”; y que está dotado del poder para denunciar a cualquier vecino, amigo o familiar para congraciarse con el régimen. Es una figura que funciona en Cuba a través de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), y cuentan con la impunidad del anonimato. Lo lamentable es que sus “chismes” no son verificados y se usan para iniciar procesos judiciales contra la disidencia. Es el mismo recurso en el que se apoya Diosdado Cabello en su reality show semanal “Con el Mazo Dando”, que es una versión actualizada de la inefable “La Hojilla” del fenestrado Mario Silva.

 

Sergio Graffe / Politologo

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