Vecinos del bloque 15 de la Cecilio Acosta no cuentan con contenedor de desechos

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Los habitantes de la comunidad José Gregorio Hernández diariamente se ven afectados por los malos olores que expelen las numerosas bolsas de basura que se acumulan en el vertedero del sector. Foto: Deysi Peña.

Una enorme montaña de desperdicios mantiene en vilo tanto a los habitantes del Bloque 15 de la Urbanización Cecilio Acosta, perteneciente a la comunidad El Paso, como a los vecinos de la barriada José Gregorio, quienes afirman que el camión del aseo urbano no recolecta por completo las bolsas apostadas en el cuarto de basura del lugar.

Moscas, ratas y gusanos se observan en las áreas comunes de esta parte del urbanismo tequeño, por lo que las personas que hacen vida en las áreas adyacentes temen la proliferación de enfermedades estomacales, respiratorias y tópicas que pudieran afectar a la comunidad en general.

“El camión del aseo si viene cada cierto tiempo, pero nunca se llevan por completo la basura y es por eso que siempre tenemos una gran montaña de donde brotan olores desagradables. Muchas veces cuando pega brisa estos olores se meten a las casas y no hay manera de salir del problema, los que vivimos en José Gregorio Hernández estamos bastante afectados por esta situación”, declaró Virginia Pérez.

Sumado a ello, muchas veces cuando el camión de la alcaldía de Guaicaipuro tarda en hacer la debida recolección de desechos sólidos, estos obstruyen gran parte de las escaleras que dan acceso desde el mencionado bloque hasta el sector José Gregorio, obligando a los peatones a caminar sobre la basura para poder acceder a sus respectivas viviendas.

“Hacemos un llamado al alcalde Francisco Garcés, porque el plan de los contenedores no ha llegado aquí y el cuarto de basura está bastante deteriorado, tanto, que las bolsas se van rodando montaña abajo porque una de las paredes colapsó hace años”, dijo Pérez.

Peldaños desgastados

Asimismo, las escaleras que dan hacia la comunidad popular José Gregorio Hernández lucen desgastadas y representan un gran peligro para los transeúntes que diariamente circulan por la zona.

“Las escaleras no tiene pasamanos, ni barandas. El alumbrado público se ausenta por completo de las mismas, por lo que en las noches uno tiene que subir o bajar con cuidado para no caerse”.

Los vecinos afirman que la estructura nunca ha recibido de un buen mantenimiento, lo que permitiría el rescate de este acceso con que cuentan los lugareños.

Obstruidas por sedimentos

Las cunetas y torrenteras que se apuestan a escasos metros de los bloques de la urbanización se encuentran totalmente obstruidas por sedimentos y basura, lo que ocasiona que durante los días lluviosos el agua se rebose y corra libremente por las caminerías, deteriorándolas aún más.

“Las cuadrillas de Corpomiranda tienen tiempo sin venir, hace poco medio limpiaron, pero las cunetas ni las ven. Esto es otro problema porque el agua se filtra hacia los edificios y los deteriora”, indicó Pérez.

A oscuras

Por otra parte, los habitantes del bloque 15 y 16 aseveran que las áreas comunes de los mismos, así como los estacionamientos, carecen por completo de alumbrado público, situación que se viene presentando desde hace varios meses, pese al llamado que han hecho a la empresa Corpoelec para que resuelvan la situación.

“El estacionamiento es una boca de lobo, algunos bombillos llevan varios meses quemados y nadie ha venido a reemplazarlos. El camino que da acceso a las escaleras de José Gregorio están igualitas, da hasta miedo pasar por allí tan tarde”, manifestó Pérez.

Llenos de monte

La ausencia de las cuadrillas de limpieza de la alcaldía y Corpomiranda han ocasionado que el follaje obstruya gran parte de las aceras y caminerías, por lo que los vecinos claman por el pronto desmalezamiento,

“Hace poco vinieron a desmalezar pero dejaron todo el monte que cortaron allí esparcido por todas partes. Esto ha traído la proliferación de mosquitos, por eso necesitamos que alguien se digne a limpiar como debe ser”, agregó el entrevistado.

Patrullaje policial

A pesar que la mayoría de los habitantes de la Urbanización Cecilio Acosta informan que las patrullas de Polimiranda circulan a diario por todo el urbanismo, otros indican que hace falta más presencia policial, sobretodo en las caminerías que conectan a los diferentes bloques con otros sectores de la ciudad capital.

“En el paso que da acceso a José Gregorio no se ve nunca ni un policía, por lo que en diferentes oportunidades han atracado a las personas allí en ese punto”, declaró Pérez.

Los habitantes de los bloques denuncian también las “fiestas” que se forman los fines de semana en los estacionamientos del lugar, las cuales no dejan dormir y muchas de las personas que participan en ellas hacen sus necesidades fisiológicas en los muros de las plantas bajas y jardines.

“Las fiestas son semanalmente, no dejan dormir y no respetan el bienestar de los demás”.

Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21

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