Rosario de problemas enfrentan vecinos de La Pradera

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Una de las tuberías de aguas negras del sector colapsó hace cinco meses, lo que ha provocado que varias personas de la zona contrajeran algunas enfermedades. Foto: Edgar Jiménez.

Cerca de 20 familias que habitan en la comunidad La Pradera de Túnel 10 manifiestan estar “como pajarito en grama” debido a que ninguna de las autoridades municipales, estadales o nacionales les ha dado respuesta sobre un presunto desalojo de la zona para la reconstrucción de las vías del Tren de El Encanto, el cual anteriormente pasaba por el lugar y actualmente la Alcaldía de Guaicaipuro intenta recuperar.

“Fuimos hasta para Miraflores y no nos dieron respuesta alguna de lo del desalojo. Hace poco vinieron los de Corpomiranda y tampoco dijeron nada, no sabemos si van a hacer las casas o si nos van a terminar de sacar”, declaró Heidy Blanco, vocera del Consejo Comunal Gigantes de La Pradera.

Sin embargo, varias han sido las familias que han ido desalojando por su cuenta la zona boscosa desde hace aproximadamente dos meses, cuando algunos efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) acordonaron el sector para sacar a los habitantes.

Por su parte, Blanco afirmó que los trabajos de recuperación de la línea del tren van “viento en popa”.

Sin asfalto

Varias han sido las familias que han ido desalojando por su cuenta la zona boscosa. Foto: Edgar Jiménez.

Una carretera de tierra es lo que comunica a los vecinos de esta comunidad tequeña con el resto del municipio Guaicaipuro, por lo que residentes afirman que las líneas de transporte que cubren la ruta no llegan hasta el mencionado sector.

“Los de Corpomiranda que están haciendo las reparaciones del tren se comprometieron a hacer la carretera, por eso estamos esperando que terminen esos trabajos para que nos hagan la vía”, declaró Blanco.

Mientras tanto, los conductores que circulan por el lugar deben hacerlo a bajas velocidades para evitar sufrir accidentes, ya que con las recientes lluvias se ha originado pantano y enormes troneras en el camino.

¿Y Corpoelec?

Asimismo, los vecinos de la mencionada comunidad tequeña no cuentan con el servicio de alumbrado público, por lo que los voceros del consejo comunal se han dispuesto a instalar algunos faroles en ciertos tramos de la vía principal.

“No tenemos alumbrado, nosotros recogemos una colaboración de Bs. 50 ó 100 para comprar faros y colocarlos en algunos puntos para que no todo esté tan oscuro”, dijo Blanco.

Sin embargo, algunos tramos permanecen como “boca de lobo» durante las horas nocturnas, pues solo la luz que proviene de las viviendas aledañas ilumina el camino.

Heidy Blanco: «El agua a veces llega a las 4:00 a.m. y a las 7:00 a.m. ya no hay». Foto: Edgar Jiménez.

Como camellos

Fuertes fallas presenta el servicio de distribución de agua por tuberías hacia la zona, por lo que los vecinos informan que pasan hasta más de una semana sin recibir una gota.

“El agua ya se ha regulado un poco, pero a veces pasamos hasta 8 días sin una gota. A veces llega a las 4:00 a.m. y a las 7:00 a.m. ya no hay”.

Esta problemática obliga a los habitantes a llenar tobos y tanques para evitar quedarse sin el mineral y poder realizar las labores diarias de aseo personal, limpieza y alimentación.

Sin gas

Debido al mal estado de la vialidad el camión de Pdvsa- Gas no llega hasta La Pradera para la venta de bombonas a las personas que allí habitan, por lo que las mismas se ven en la obligación de trasladarse hasta otros sectores para adquirir el preciado rubro.

Escuela “pepita”

La gobernación, a través de Mantenimiento Miranda, está realizando diversas reparaciones a la Unidad Educativa Estadal Túnel 10 con la finalidad de que los estudiantes encuentren unos espacios “dignos” durante el nuevo inicio de la temporada escolar.

“Ahorita están pintando toda la escuela, remodelando los baños y poniendo techos nuevos para que los alumnos tengan una mejor estructura donde educarse”, indicó Blanco.

Cloacas “a flor de piel”

Desde hace aproximadamente cinco meses una de las tuberías que transporta las aguas servidas colapsó por completo originando un gran bote de aguas negras que mantiene “en jaque” a los vecinos, quienes temen contraer algunas enfermedades.

“Hay unas cloacas que se taparon y se desbordaron, lo que ha generado una gran proliferación de mosquitos que han causado algunas enfermedades a los habitantes del sector. Varios han tenido que ir de emergencia al hospital para recibir atención médica”, dijo Blanco.

Sumado a ello, los más pequeños deben jugar entre malos olores y moscas que impregnan por completo las áreas comunes de la comunidad en general.

Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21

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