Llenas de monte que dificulta el paso peatonal se muestran las escaleras que dan acceso a los bloques 7 y 8 de la urbanización El Paso, debido a que según informan los vecinos de la zona la cuadrillas de limpieza de la Alcaldía de Guaicaipuro y Corpomiranda no acuden al lugar desde hace más de año y medio, por lo que el follaje ha obstruido casi por completo la entrada al conjunto residencial.
“Tenemos que pasar por una selva gracias a la gran cantidad de maleza que cubre todas las escaleras. Las personas que vamos de los bloques 10 y 11 hacia el 7 y el 8 tenemos que enfrentar un gran problema para circular por esas escaleras, las cuales además durante las noches son una guillotina por la gran cantidad de robos que tienen lugar allí”, indicó Hilda Jiménez.
Sumado a ello, el mencionado acceso no cuenta con alumbrado público ni barandas, por lo que los transeúntes claman por la implantación de postes y pasamanos para evitar accidentes mientras caminan a sus hogares, llamado que han hecho en reiteradas oportunidades a los entes municipales, pero hasta la fecha no han recibido respuesta alguna.
Por otra parte, el área de estacionamiento también luce cual “boca de lobo” y durante los fines de semana el espacio es utilizado como “local nocturno” por algunos inescrupulosos en su mayoría son ajenos al urbanismo tequeño.
“Los que vivimos aquí debemos aguantar a personas borrachas que consumen bebidas alcohólicas frente a nuestras narices y hacen sus necesidades en nuestros carros y demás áreas comunes. También colocan música a todo volumen durante toda la noche y la madrugada y los entes policiales no hacen nada”, manifestó Jiménez.
Esto también ha desatado una alta inseguridad en algunas áreas de la urbanización, a pesar de que ciertos vecinos afirman que el patrullaje policial pasa en reiteradas oportunidades durante el día.
Cancha a medias
Una de las canchas con la que cuentan los bloques 7 y 8 luce sumamente deteriorada, lo que obliga a los jóvenes a correr riesgos mientras se recrean en dichos espacios.
El área no cuenta con enrejado ni con alumbrado público, mientras que los tableros de baloncesto carecen de aros; el piso no está debidamente acondicionado y la maleza se apodera del lugar.
“La cancha da pena del mal estado en que se observa, no tiene rejas, tableros, y mucho menos luz. La utilizan para todo menos para hacer deporte. Hay un plan de la Gobernación de Miranda para recuperar estos espacios, sólo estamos esperando que inicien los trabajos correspondientes”, dijo Jiménez.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21
