Los pacientes claman en las calles que no encuentran los fármacos para patologías crónicas, los anticonvulsivos, tratamiento para la diabetes y tensión son algunos de los que se suman a la lista de los desaparecidos y recientemente el acetaminofen.
María Castrillón relata que tiene más de dos meses que no encuentra Tegretol, que es un anticonvulsivo y en una de sus crisis, buscando el fármaco, le dio en la calle donde resultó herida.
“No es posible que estemos viviendo esto, es cruel y parece a las autoridades no les duele lo que pasamos, los que dependemos de una pastilla” dijo.
La caída le propició a las sexagenaria que se raspara las rodillas y los brazos, además los dolores musculares que se genera posteriormente.
“He sufrido dos infartos y necesito la pastilla para controlar la tensión” asegura que al igual que el anticonvulsivo, el medico tratante le indicó que el Dioban debe tomarlo para evitar otra recaída.
No obstante con todo el viacrucis que vive, unos damnificados que son “vecinos nuevos” tiran las bolsas de desechos, asegura que se han creado nuevos criaderos para los zancudos y ha tenido que tapar las ranuras de las puertas y ventanas para evitar que los animales indeseados entren a su hogar.
Insta a las autoridades a solventar el problema de la escasez de fármacos y asegura que los pacientes que dependen de una pastilla para vivir se mantienen en constante preocupación ante la muerte.
Moisés Mercado – mmercado@diariolaregion.net / @MoisesMercado