Después de casi un año de haberse ocasionado un gran deslizamiento de tierra en la calle Fermín Toro de La Matica producto de las fuertes precipitaciones, los habitantes del lugar aseguran que hasta la fecha continúan esperando que las autoridades municipales tomen cartas en el asuntoya que al menos ocho viviendas permanecen en alto riesgo.
Una casa derrumbada, más de cinco vehículos tapiados, caminerías destruidas y postes de luz a punto de colapsar fueron solo algunos de los daños ocasionados el pasado mes de noviembre, lo que encendió las alarmas de la comunidad.
Según inspecciones realizadas en aquella oportunidad por funcionarios de Protección Civil Guaicaipuro, varias familias debían desalojar el área debido que el terreno, por la acción del agua, seguiría cediendo y ocasionaría un efecto dominó; sin embargo, las mismas continúan habitando las estructuras ya que no tienen lugar para dónde irse.
“No nos han dicho nada, supuestamente han estado viniendo a inspeccionar, pero nada que vemos movimientos. Se ha hablado con el consejo comunal y seguimos esperando respuestas”, declaró Daniel Marín, vecino.
Por su parte, las caminerías de la zona están a punto de colapsar, al igual que algunas paredes de las casas se han ido resquebrajando por el movimiento del terreno en general.
Uno de los vecinos, quien se identificó en el mes de junio del presente año como Carlos Rodríguez, afirmó que las cuadrillas de Corpomiranda prometieron la construcción de un muro de contención para evitar que el terreno siga cediendo; sin embargo, hasta la fecha no se observa movimiento de tierra alguno que indique tal obra.
Familias reubicadas
Rodríguez afirmó en cierta oportunidad que representantes de Corpomiranda indicaron que reubicarían a las familias que estuvieran en riesgo, pero durante un recorrido hecho por un equipo reporteril del diario La Región se pudo conocer que dichas personas continúan habitando el lugar cuyas casas permanecen “pendiendo de un hilo” sobre la carretera principal del lugar.
Postes “colgando”
El deslizamiento de tierra afectó gravemente algunos postes de luz eléctrica, los cuales siguen a punto de caer poniendo en riesgo no solo a los habitantes de la localidad sino a los conductores que diariamente circulan por la vía.
“Esos postes un día de estos se van a terminar de caer, de hecho no entendemos cómo siguen en pie. Corpoelec vino en una oportunidad a reparar los cables, pero los postes los dejaron tal cual, como que no les importa el pueblo porque bastantes llamados que hemos hecho y nada”, indicó Ana Brito.
A pesar de eso los vecinos no reportan fallas en el servicio de luz, sino un bote de aceite que presenta uno de los postes del lugar.
Carro tapiado
En aquella oportunidad, noviembre de 2013, cinco vehículos aparcados en un estacionamiento del lugar quedaron totalmente tapiados por el talud; en su mayoría fueron rescatados de debajo de la tierra, aunque muchos presentaron pérdidas totales.
Sin embargo, actualmente queda un carro bajo la enorme montaña de tierra que aún no ha sido limpiada completamente, lo que a su vez ocasionó el cierre del mencionado estacionamiento ya que el local quedó prácticamente inservible.
Llamado de auxilio
En vilo viven los vecinos, sobretodo durante los últimos días en que se han originado fuertes precipitaciones sobre la ciudad capital mirandina, ya que afirman que el terreno continúa cediendo y puede dejar más casas afectadas.
“A nosotros nos dijeron hace un año que el terreno seguiría cediendo y que por eso teníamos que desalojar, pero nos prometieron un muro que no ha llegado. La mayoría no tenemos para dónde ir, por eso le pedimos al alcalde Francisco Garcés que haga algo para ayudarnos antes de que muchos pierdan la vida por falta de gerencia”, dijo Brito.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21