Amas de casa destinan hasta 70 % del presupuesto en “compras nerviosas”

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Los artículos que no se consiguen con facilidad son los que descalabran la planificación familiar debido a que son adquiridos a través de revendedores, lo que implica un sobreprecio de hasta 25 %

“De hacer reposiciones semanales cuando hacía falta he pasado a comprar todos los días, lo que ya tiene resentido mi bolsillo”, confesó Marina González, quien no desaprovecha oportunidad alguna para equiparse “por si acaso”.

–Trato de controlarme, pero cuando llega harina, aceite o detergente en polvo debo pararme a comprar porque uno no sabe cuándo volverá a llegar ni a qué precio; para nadie es un secreto que todas las semanas se desaparece al menos un producto de la canasta básica y cuando retorna a los anaqueles es con precio nuevo.

Estas compras nerviosas hacen que las familias destinen, en promedio, hasta 70 % de su presupuesto en la compra de productos básicos, lo que incluye alimentos, artículos de higiene personal y de limpieza del hogar.

“Últimamente hemos tenido que reorganizarnos para rendir la plata”, comentó Felipa Jiménez, habitante del municipio Carrizal, quien solía tener como costumbre llevar al cine a su familia todos los fines de semana en el CC La Cascada, gusto que fue reducido sólo para una vez al mes y cuando es lunes popular para economizar en la compra de entradas.

–Comer en la calle se ha convertido en otro lujo que ha sido reducido al mínimo, así como las idas semanales a la peluquería. La situación país ha alterado toda la rutina porque ahora hay que utilizar los días libres para hacer cola y privarse de gustos primarios para comprar lo más posible en los mercados, que dicho sea de paso están pelados, lo que hace que uno recorra al menos cinco locales para conseguir al menos un tercio de lo que realmente se necesita.

Aprovechados

La situación de desabastecimiento reinante de unos meses para acá en el país ha dado lugar a inescrupulosos que venden la mercancía que falla en los anaqueles y la comercian desde sus hogares o en las aceras de las vías capitalinas.

“Ayer iba al mercadito de la avenida Francisco de Miranda en Los Teques y me topé con una buhonera de las que están afuera vendiendo leche y champú, cuando eso se supone que está prohibido. No conforme con exhibirlo libremente pese a que por allí transitaban algunas patrullas de Poliguaicaipuro, pretendía venderlo con sobreprecio y hay mucha gente con necesidad que debe ceder ante estas situaciones, como son las personas que tienen chamos pequeños”, relató Isabel Ortiz.

–Yo dejé de comprar a los buhoneros desde que me vendieron una acetona chimba. No es confiable comprar en esos puestos de la calle porque utilizan envases de champú Pantene, por ejemplo, pero lo ligan con agua o incluso le meten hasta otro producto. Este tipo de situaciones que estamos viviendo siempre da lugar a los aprovechados y abusadores.

Otras personas buscan rebuscarse y optan por cobrar por hacer colas o se pasan la semana haciendo colas para comprar y luego revenden entre los vecinos con sobreprecio de entre 10 y 25 %.

Ni una pinturita

Aunque la Navidad suele ser época propicia para la realización de remodelaciones en el hogar por el pago de aguinaldos, este año pocas son las amas de casa que invertirán en sus viviendas.

“Este año todo el mundo está pensando en comprar comida, lo que se evidencia en las colas que diariamente se forman en las afueras de los supermercados. Particularmente no tengo pensado ni siquiera pintar el apartamento aunque solía hacerlo cada dos años y ya este diciembre me tocaba. Incluso estoy pensando todavía si monto el arbolito o no”, dijo Ana Carvajal, quien se paseó por el supermercado San Diego en Los Nuevos Teques a ver si encontraba algo de su interés.

Esta apatía se siente en los locales de pinturas y tiendas especializadas en la venta de artículos navideños de los Altos Mirandinos, donde vendedores consultados coincidieron en señalar que las ganancias están congeladas.

Similar panorama se vive en las jugueterías y ventas de ropa y calzado, donde se ven más trabajadores que compradores. “Habrá que ver qué pasa con la llegada de diciembre: si repuntan las ventas o terminamos de quebrar”, finalizó Jesús León, vendedor.

 Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net / @michellejrl

 

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