Mirandino “Gadu” transmite alegría a través de los acrílicos y el pincel

Artista
El artista participó en el Segundo Encuentro “Hecho en Miranda”. Foto: Javier Moure

Fue en el año 1995 cuando Gustavo Adolfo Díaz Urdaneta, un mirandino de 44 años de edad, habitante del municipio Baruta, y mejor conocido como “Gadu”, descubrió a través del lienzo, el pincel y las pinturas su talento para el arte “Naif”, corriente artística caracterizada por expresar la ingenuidad, la espontaneidad, los colores brillantes y el autodidactismo de los artistas.

Gadu fue uno de los expositores participantes del Segundo Encuentro “Hecho en Miranda”, organizado por la Agencia de Promoción para el Desarrollo del estado (Promiranda), el cual se celebró este mes en la Universidad Nueva Esparta. El artista admite que Venezuela está sumida en una profunda crisis, “pero hay gente que quiere surgir y tiene las ganas de echar hacia adelante”.

Este conocido artista plástico expuso distintas obras llenas de color y naturalidad. “En mis pinturas se transmite alegría y sincronización de colores armónicos”, señaló Díaz.

Recordó que fue gracias al pintor y humorista gráfico venezolano, Pedro León Zapata, que comenzó a expender sus cuadros. Dijo que gracias a él comenzó a vender sus obras en una subasta en la que participó en la Embajada de Francia hace 18 años, y partir de allí inició su carrera ascendente en el mundo artístico.

Para Gadu, y al igual que millones de venezolanos, la crisis económica le ha afectado en su modo de vivir y de trabajar. “Es difícil la vender mis trabajos, sabemos que la gente antes de comprar una obra de arte tiene que comer, las personas tienen prioridades. A pesar del desabastecimiento y escasez que afecta a los venezolanos, he podido conseguir los implementos para continuar realizando mis pinturas”.

Resaltó que su economía se sustenta gracias a su labor artística. “Vivo exclusivamente del arte, de mi trabajo y mi pintura, algo que muy pocos artistas pueden decir. A los amantes del arte, el estilo Naif o ingenuo gusta mucho por su color y carácter espontaneo. Yo no pinto a diario, es una musa que llega. Puedo pasar dos o tres meses sin agarrar un pincel, es un arranque que me llega y pinto. Yo no hago bocetos de mis cuadros, yo agarro acrílico, pincel y lienzo, y es lo que va saliendo. Voy montando y sale mi obra, no hay nada predeterminado”./ Daniela Moros

 

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