Vecinos de La Vaquera realizan labores gubernamentales “a mano limpia”

“Queremos promover nuestros espacios libres para que sea aprovechado para la siembra, pero el problema del agua es constante y no podremos mantener la cosecha”
“Queremos promover nuestros espacios libres para que sea aprovechado para la siembra, pero el problema del agua es constante y no podremos mantener la cosecha”

La Vaquera es uno de los 53 sectores más pequeños que tiene la comunidad de Guaremal y como dice el dicho “pueblo chiquito infierno grande” más de un residente de la comunidad se queja del mal estado en que se encuentra el espacio que es catalogado como hogar. Para la fecha, se conoció a través de una entrevista que los trabajadores para el pro de la comunidad son los mismos lugareños que consiguen recursos y hasta sacan de su bolsillo para aportar para el beneficio de la misma.

El asfaltado, la recolección de basura, el problema de insalubridad, transporte público e inseguridad y varios problemas que azotan a estos guaicaipureños han llegado a ser deducidos como “guerreros” manteniendo la interrogante constante si sus súplicas serán escuchadas por los organismos gubernamentales.

La pequeña comunidad de este gran sector claman que las autoridades acudan y se percaten que este sector por ser uno de los más humildes de la zona necesitan atenciones.

“Estamos construyendo como parte de nuestros proyectos una cancha, la cual avanza cada día más. Tenemos muchos planes pero se nos ha hecho complicado por no tener ayuda, siempre recurrimos a la Gobernación u Alcaldía y estamos esperando” dijo Deibys Martínez vecino de la comunidad.

Además tienen planes ambiciosos que están a la espera de recursos para que se pongan en marcha. Relatan que planean la construcción de un colegio cercano para la comunidad donde los jóvenes no tengan que trasladarse a un lugar más lejano para la instrucción académica.

Por otra parte, aseguran ser más ambiciosos y desean que en la parte posterior del “cerro” como lo catalogan los mismos vecinos, aprovecharla para la siembra. Sin embargo, indican que otro problema primario es el servicio de agua que falla constantemente.

“Tenemos prioridades, una de ellas es el arreglo de viviendas, la construcción de la escuela y canchas, como proyecto ambicioso queremos promover nuestros espacios libres para que sea aprovechado para la siembra, pero el problema del agua es constante y no podremos mantener la cosecha” dijo.

La falta del consejo comunal

Una de las principales fallas en las comunidades es la falta de una vocería que se encargue de acudir y plantear los problemas fundamentales para que sean solventados. Personas que se encuentren comprometidas con el bienestar de la localidad para conseguir lo que se quiere por cualquier medio. Los residentes de La Vaquera, no tienen un consejo comunal estructurado, un grupo espera la consolidación del mismo, a pesar de ello se encuentran trabajando de forma irreconocida para sí mismos.

Sin embargo, tienen previsto la consolidación del mismo para encontrar con más facilidad ayuda de las autoridades. La recolección de basura es una de ellas, aseguran el no poseer conteiner y denuncian la inconstancia que existe en esta responsabilidad gubernamental, ocasionando enfermedades y problemas infecciosos.

Se acostumbraron a la inseguridad

Más de uno habla con naturalidad sobre los enfrentamientos, heridos y muertos que proporciona la comunidad. Según estudios de profesionales, las comunidades se han acostumbrado al alto índice delictivo que se viven a diario en las comunidades.

“Este sector no escapa de las atrocidades que suceden en el país en materia de seguridad, sin embargo, esperamos que las autoridades pasen más consecutivo para que exista la sensación de protección” dijo un vecino que prefirió el anonimato.

Piden una casilla policial y más patrullaje de manera que haya menos índices delictivos en la comunidad a través del alumbrado que proporciona seguridad visual con la luz.

Problema principal

Como en muchas otras comunidades el problema que agobia a los habitantes es el servicio de transporte público que ha tenido repunte los últimos meses. El sector de Guaremal por poseer tres pendientes muy inclinadas y curvas muy cerradas y pronunciadas está catalogada como “acaba carro”.

“Aquí los taxistas no quieren subir porque tienen que hacerle el motor el carro de cuatro a seis veces en un año. Además los transportistas tienen problema cada cuatro o cinco meses con los cauchos porque se acaban en la vialidad que es singular, en comparación a otras” asegura Martínez.

Aunado a esta problemática está el tiempo de espera para llegar a las viviendas una vez que se dedican hacer la fila en la parada que puede durar de una a dos horas de pie, esperando el transporte.

Finalizan exigiendo la visita de autoridades competentes y que quieran solventar, ayudando a los vecinos proporcionándoles las herramientas necesarias para integrar residentes a trabajar en pro de la comunidad.

Moisés Mercado – mmercado@diariolaregion.net / @MoisesMercado

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