Sea por falta de tiempo o paciencia, cada vez son menos los padres que se sientan en la mesa con sus chamos para ayudarlos con las asignaciones escolares, lo que ha dado pie a la proliferación de lugares donde no sólo socializan con los niños, sino que los orientan.
Tal es el caso del Centro Educativo Tareas Dirigidas de Los Teques, ubicado en la calle Independencia de la capital mirandina, donde un grupo de profesionales ofrece diariamente sus servicios, aliviando la carga de los representantes y reforzando los conocimientos adquiridos en las aulas de clase en los estudiantes de primero a sexto grado de educación primaria.
Así lo explica la docente del centro Carmen Guedez, quien detalla que “no se trata de sustituir la figura paternal, sino de brindarle el tiempo de calidad que los niños necesitan y que muchas veces por el factor trabajo que hace que los padres lleguen tarde a sus hogares y cansados lleva a que no presten la atención debida a las tareas y en algunos casos terminen haciéndolas los papás para salir del paso rápidamente”.
–Una cosa son las horas de clase y otra distinta la realización de las tareas. Hay que crear el hábito; que los pequeños tengan un horario específico para realizar sus deberes, lo que evitará que lo hagan a última hora y los convertirá, desde la más temprana edad, en personas responsables.
La ayuda es muy bien recibida por personas como Katiuska Guerrero, quien tiene a su pequeño de 7 años en el centro de tareas. “Me acuerdo que varios domingos a las 6:00 p.m. me puso a correr porque repentinamente recordaba que tenía algo pendiente para la escuela. Esa corredera se acabó desde que lo inscribí en las tareas dirigidas”.
–Muchas personas hablan sin saber y dicen que los chamos se recargan, pero es al contrario, porque el niño se siente tan a gusto con sus compañeros y maestras que le gusta asistir, por lo cual es primordial contar con personas con vocación y eso es lo que sobra en este centro.
Cuidado con las imitaciones
Mientras en el Centro Educativo Tareas Dirigidas de Los Teques son muy selectivos con el personal, docentes advierten de la proliferación de casas en los Altos Mirandinos donde reciben a los niños para ayudarlos con las tareas, pero no todos son confiables.
–Nuestro personas altamente capacitado tiene las herramientas pedagógicas para asumir el reto de sentarse todos los días con los pequeños para que hagan con placer sus asignaciones, pero más importante aún, están allí para disipar cualquier duda que haya quedando flotando en los chamos porque, por ejemplo, les dio pena levantar la mano en el salón para no ser ridiculizados por compañeros en caso de equivocarse.
En el caso del centro, trabajan con pocos niños para brindar atención personalizada. “Se crea un vínculo muy hermoso entre los niños y las docentes”, reconoce una de las trabajadoras del lugar, quien añade que el cómo comunican los mensajes es clave para la comprensión por parte de los niños.
–Antes en todos los colegios eran muy enfáticos en el cuidado de la ortografía y lamentablemente eso se ha perdido en algunos planteles, por lo que somos muy cuidadosos con la escritura; reforzamos el área de los números en la cual muchos niños encuentran dificultad y retomamos las normas del buen hablante y el buen oyente.
No se quedan atrás los valores. “El respeto y la tolerancia que tanto le faltan a nuestros adultos en estos días, los promovemos entre los chipilines, con quienes constantemente promovemos el diálogo y el amor para que sean hombres y mujeres de bien”.
No lo deje para última hora
Las entrevistadas manifestaron que para la fecha no hay cupo, por lo que recomendaron a los padres y representantes a buscar este servicio de manera paralela al inicio del año escolar.
“Pese al acompañamiento que brindamos, recordamos a los padres que hacer tareas juntos refuerza los vínculos y mejora la comunicación con los niños, porque no se trata sólo de sentarse y dar instrucciones, sino de conversar y debatir por qué se hace tal o cual tarea para promover el pensamiento crítico”.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl
