Hasta 5 horas de cola hacen tequeños para acceder a los productos básicos

Cola
A la búsqueda habitual se le ha sumado la cacería de los ingredientes decembrinos, los cuales cuando se consiguen tienen precios exorbitantes que pocos están dispuestos a cancelar por las limitaciones económicas

Llegó diciembre pero no mercancía nueva. Las amas de casa siguen en la búsqueda diaria de alimentos, productos de higiene personal y limpieza del hogar, lo que incluye sendas colas en las cuales pueden pasar hasta 5 horas para lograr acceder al producto.

“Esta situación es una bomba de tiempo”, dijo Mercedes Querales, quien esta semana ha invertido cerca de 20 horas en diversas filas. “El lunes hice una para comprar leche, el martes tocó el turno de los pañales, el miércoles hice otra por harina Pan y este jueves otra por desodorante”, puntualizó.

–Se ha vuelto una situación desesperante comprar lo básico. El Gobierno se comprometió a garantizar la fulana soberanía alimentaria pero la realidad es que cada día hay menos variedad de productos en los anaqueles. Con la escasez reinante pocas son las personas que se han preocupado por llevarse los ingredientes para las hallacas, que dicho sea de paso no se hallan en su totalidad.

Al desabastecimiento, principal detonante de las colas que se aprecian en las afueras de supermercados y perfumerías, se le suma la inflación que nuevamente se ha comido el más reciente ajuste del sueldo mínimo que ronda los 4.900 bolívares.

“Si eso no alcanza para las compras básicas me pregunto cómo vamos a hacer quienes con un sueldo mínimo debemos sobrevivir y cumplir los compromisos decembrinos que se adquieren de manera automática cuando se tienen hijos”, reflexionó Karla Ribas, vecina de la capital mirandina.

–Uno como adulto puede privarse de los estrenos pero al niño que espera todo el año para estrenar su ropita es duro decirle que no hay dinero para eso ni el Niño Jesús. Me tocará trabajar horas extras pero conseguiré la plata para darle su regalito y que no nos falte la hallaca del 24 y 31.

Búsqueda frenética

La situación económica ha llevado a las amas de casa a idearse nuevas formas de comprar, lo que incluye el recorrido de no menos cinco locales para llevarse la mayor cantidad posible de productos, irse en la ropa más cómoda posible e incluso incluir sillas plegables a la hora de comprar por si toca hacer fila y volverse más tecnológicas y efectuar compras web.

“Como yo me peleo con la tecnología lo que hago es operación madrugonazo los fines de semana para recorrer el mercado municipal de El Paso, los puesticos del mercadito a cielo abierto de la avenida Francisco de Miranda y cuanta feria colocan, porque al que madruga Dios lo ayuda”, dijo Rosa Jiménez.

–Muchas veces llega la mercancía que uno está buscando pero a las 5:00 a.m. y en pocas cantidades, por lo que hay que estar de primerito. También he hecho mis contactos de manera que me llaman para avisarme y después les doy su aguinaldito en agradecimiento.

Otras personas que no cuentan con el tiempo para hacer colas hacen sus pedidos desde la comodidad de sus computadoras y no faltan quienes ubican al vecino revendedor y pagan la mercancía con sobreprecio, como es el caso de Eduardo Boscán.

“Con la pelazón reinante he visto que varias madres le han dado oficio a sus hijos adolescentes, a quienes envían a hacer las compras y luego las ofrecen entre el círculo de confianza. Es una buena manera de mantener alejados a los chamos del ocio y ganarse una platica extra al facilitar el acceso de productos a otras personas”, señaló.

–Esta modalidad termina siendo más costosa pero a mí me resulta porque no tengo chance de escaparme del trabajo a hacer una fila. En este país lo que importa es resolver la papa de la familia.

Déficit de comida y dinero

Según las cifras manejadas por voceros del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) durante septiembre el salario mínimo que entró en vigencia el primero de diciembre vine con un déficit de 53 % para cubrir la canasta alimentaria que todos los días aumenta.

Los mejores medidores son los consumidores que cada día deben pagar más por menos mercancía. “Los tomates han subido más de 200 %. Ayer gasté 3 mil bolívares en 6 bolsitas que no incluían carne ni perfumería, solo reposición de vegetales, una que otra frutica, charcutería suficiente para un par de desayunos y cenas, así como galletas para la merienda de los chamos. Eso hace menos de 10 años era un dineral, eran 3 millones de bolívares y se hacía demasiado”, afirmó José Manuel Blanco, habitante de Corralito, Carrizal.

 Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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