El movimiento militarista-populista venezolano conocido como Chavismo ha sido abordado como objeto de estudio por sociólogos, politólogos, psicólogos sociales y otros profesionales que analizan conductas colectivas y su relación con el ejercicio del poder fáctico, desde antes y después de 1.998; y la mayoría de sus conclusiones apuntan a que la vigencia y superación de algunos obstáculos considerables ha obedecido fundamentalmente a la combinación de dos factores sin los cuales sería impensable su desarrollo: al fuerte liderazgo personalista de una figura como la de Chávez que logró subyugar la institucionalidad del país, incluido a los militares; y a la disponibilidad de cuantiosos recursos provenientes de la renta petrolera usados para financiar programas sociales como Las Misiones, además de una burocracia pública que sobrepasa los tres millones de empleados, que representan más del 90% del consistente apoyo electoral de sus seguidores; y en consecuencia, ante la ausencia de ambos factores, era previsible una crisis cuya magnitud amenazaría con la supervivencia del Chavismo como una de la más importante fuerza política nacional.
El Chavismo no está acabado ni mucho menos, y probablemente pase mucho tiempo para que veamos el acta de defunción; pero es evidente que atraviesa por un agotamiento estructural que se podría convertir en una crisis mayor porque por primera vez tendrá que superar la amarga prueba de confrontar la coincidente situación de la desaparición física de su máximo líder y de la inexistencia de recursos suficientes provenientes de los altos precios del barril del petróleo con los cuales había podido financiar la plataforma social y burocrática que lo ha sostenido.
Sin embargo, ante el supuesto que el gobierno de Maduro lograse conseguir fuentes de financiamiento alternativo como lo está pretendiendo con la política compulsiva de impuestos internos a través de las nuevas leyes habilitantes, la reducción del 20% de los gastos suntuarios gubernamentales y el endeudamiento internacional, no se podría afirmar que el Chavismo pueda ocupar los espacios políticos como en sus mejores tiempo; porque si el Presidente tuviese éxito en estas tres estrategias desesperadas , lo haría a un costo político muy alto que se podría reflejar en negativos resultados electorales de las parlamentarias del 2.015 porque un considerable porcentaje de sus seguidores están evaluando críticamente el desempeño de un gobierno que desperdició una oportunidad histórica para enrumbar al país por el camino del desarrollo y que ha sido potenciada por la corrupción y la ineficiencia.
NO VA EL REVOCATORIO A CAPRILES. Manejo la información exclusiva de que en el Psuv ni siquiera debatieron la propuesta de su aliado Podemos para convocar un referendo revocatorio al gobernador de Miranda, porque consideraron que las exigencias numéricas lo hacía inviable y suponía una jugada muy riesgosa ya que podía potenciar el liderazgo nacional de Capriles, si lo convocaban y lo perdían. Tengo en mi poder la encuesta del mes de octubre que realizó la empresa Consultores 21 a 4.000 hogares mirandinos, y al analizar sus datos, se comprende por qué el Gran Polo Patriótico abandonó ese globo de ensayo. Según este estudio de opinión, el 58% evalúa como positiva la gestión de Capriles, el 40% la ve negativa y el 2% no contestó; y cuando se contrasta el liderazgo de algunos representantes del oficialismo y de la oposición en el estado, la lista la encabeza Capriles (60 puntos en base a 100), seguido por Leopoldo López (53), Carlos Ocaríz (50), María Corina Machado (44), Elías Jaua (38) y Nicolás Maduro (35); y el nivel de confianza sobre el Presidente es de un escuálido 25.2%.
UN SOBERANO PENDEJO. Ya causa molestia y hastío la actitud irresponsable del gobierno nacional de no asumir su competencia en temas que son de su exclusiva facultad constitucional sino que se la pasa buscando culpables a los que llama “enemigos de La Patria”. La Política Económica, y en consecuencia, el combate a la inflación y la escasez debe ser un asunto de Estado, pero el gobierno de Maduro insiste en una ridícula “guerra económica” supuestamente inducida por el sector privado , al que usa como “chivo expiatorio” para no aceptar su propio fracaso. Esa conducta “del yo no fui” está generando que este gobierno esté siendo percibido como un soberano pendejo porque a pesar de contar con todo el poder del Estado, absoluto control de las instituciones, recursos financieros descomunales y tiempo suficiente, ha sido incapaz de solucionar problemas que no existen en otros países con condiciones objetivas menos favorables.
ENTRE “EL PELLEJO Y EL LOMITO”. Al margen de las luchas dentro del Psuv, he dicho que me parece bien positivo que una organización política practique la democracia “participativa y protagónica” como lo está haciendo el partido de gobierno; pero lo deseable es que a sus militantes no sólo le permitan opinar sobre el “pellejo” sino también sobre “el lomito” como la hacen los ciudadanos de la oposición cuando realizan primarias para escoger candidatos a alcaldes, gobernadores, diputados y hasta al Presidente de la República. Cuando vea que las bases del Psuv sean respetadas y, por ejemplo, puedan realizar un conteo interno para seleccionar a sus candidatos a diputados de las próximas parlamentarias, no tendría dudas en comenzar a creer que inició la ruta para convertirse en “uno de los partidos democráticos del mundo”, como afirman los padrotes de la cúpula roja.
TRES DE MIS COMPATRIOTAS COOPERANTES. 1) Me dicen que el alcalde Garcés anda apuraíto para que la cámara le apruebe el presupuesto municipal antes del 15 de diciembre. Viaje en puertas?. 2) Hay problemas para pagar los 50 días de aguinaldos que quedaron pendientes a los trabajadores municipales de Guaicaipuro. Amenazan con una rebelión burocrática y la cosa “fumea” por Desechos Sólidos. 3). Volvieron polvo la histórica Quinta Queniquea de Los Teques para construir un complejo habitacional y dos concejales andan ofreciendo “miles” de razones para lograr que la mayoría de la cámara apruebe la permisología requerida. Les falta sólo un voto, a pesar de que los trabajos comenzaron hace tiempo. Qué pasó con la quinta línea estratégica del Plan de La Patria para salvar el mundo del atropello ambiental del capitalismo salvaje?.
Sergio Graffe / Politólogo