Apagar la luz del estudio fue la última función del profesional de la radio Adrián Añanguren, quien en el 2008 vivió el cierre de la emisora Máxima 98.5 F.M. Lo que en principio le pareció una etapa oscura de su vida, terminó convirtiéndose en una oportunidad.
“Aquel día llegó la comisión de la Guardia Nacional (GN) a incautar los equipos y tuve que salir con ellos en la patrulla para guiarlos hacia donde estaban ubicadas las antenas de transmisión. Fue un momento muy duro, todos nos negábamos al cierre del que era nuestro segundo hogar, pero tras un período de negación, llegó la depresión y por último la pregunta más temida ¿Ahora qué hago?”.
Con once años de trayectoria en Máxima, donde tuvo proyección con su programa “La Gran Mañana” tras iniciarse en la emisora de 4:00 a.m. a 6:00 a.m. como operador, posteriormente productor hasta adueñarse de la locución, ir a Caracas no era una opción.
–Si me iba a la capital tendría que empezar desde cero y me negaba a retroceder. Así que me dije a mi mismo que aprovecharía la situación para explorar algo nuevo. En principio me fui a Estados Unidos de vacaciones, pero la mitad del dinero la invertí en mercancía para venderla; entonces pasé de reunirme con mis clientes a quienes antes les vendía publicidad, para ahora ofrecerles perfumes y carteras. Tiempo después decidí emprender algo más formal y terminé en un laboratorio donde inicié como visitador médico.
Actualmente Añanguren, mejor conocido como “ñaca ñaca”, tras profesionalizarse , es Gerente Nacional de Promoción y Ventas de Unidades Genéricos y OTC Calox International, lo que a su juicio obedece al “sacudón” que le propició la vida. “Suena a cliché pero lo que sucede es lo que tiene que suceder. El cierre de Máxima 98.5 F.M. me movió el piso pero me abrió otros senderos que de otra manera no hubiera explorado”.
Sin embargo, la vena de la locución sigue latiendo en Adrián, quien ha retomado labores detrás de un micrófono. “Recibí ofertas de varias emisoras altomirandinas y finalmente me decidí por la Cima 96.7 F.M. porque aparte de tener amigos allí, es la emisora más posicionada y tiene alcance en Caracas, La Guaira y Valles del Tuy”.
Fue así como surgió “Fiebre de Sábado Por La Mañana” que con tres programas al aire ya ha captado a la audiencia. “Me sorprendió gratamente el hecho que tras estar siete años alejado del medio radiofónico la gente me reconozca, así como a mi colega, amigo y locutor Edgar Quintero, con quien hago el programa cada sábado de 9:00 a.m. a 12:00”.
–Nos topamos con una radio diferente donde no hay formalismos por lo que nuestro programa no tiene guión, lo hacen los radioescuchas con quienes interactuamos constantemente y premiamos por su sintonía y lealtad. En la más reciente transmisión recibimos 1.200 mensajes de texto y más de 200 llamadas telefónicas, lo que habla del buen recibimiento que ha tenido el programa que incluye una onda musical retro, por lo que es normal escuchar temas de las décadas de los 80 y 90, principalmente, sin dejar de lado lo más moderno.
Aparte de la nueva familia con la que se ha topado Adrián, ve con sorpresa la innovación tecnológica. “Con la aplicación para escuchar la radio desde los teléfonos, mi hermana, que vive en Carolina del Norte, Estados Unidos, nos escucha. El pasado sábado una radioescucha nos llamó desde Atlanta para compartir su nostalgia por el país, de verdad es una cosa deliciosa y me entusiasma”.
–Otro tema que sorprende es la proliferación de emisoras en los Altos Mirandinos. Antes éramos Máxima y Metropolitana, pero ahora la competencia es mayor. Igualmente se ven nuevos talentos, muchos jóvenes, y eso es digno de aplaudir e imitar.
Retos por delante
Con muchos proyectos para el 2015, Añanguren espera hacer de “Fiebre de Sábado Por La Mañana” el programa líder de los fines de semana en los Altos Mirandinos. “Empezamos con todos los hierros y el año que viene venimos con más sorpresas para demostrar que hacemos radio de calidad por la pasión que sentimos por este oficio muchas veces maltratado, pero que definitivamente es capaz de cambiar vidas de quienes sin estar físicamente nos alientan a hacer un trabajo cada vez mejor”.
Johana Rodríguez jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl