A quemar nuestras visas

 

Quemar libros es mucho más fácil que pedirle a los chavistas que quemen sus visas, ya que la mayoría de ellos lo que quieren es ir a Disney World

Carlos Armando Figueredo Planchart

Acabo de oír lo que dijo Iris Valera en un video de VTV, como otra manera de luchar contra el imperialismo: convocó a los “patriotas” seguidores del Mesías de Sabaneta, a acudir a la Plaza Bolívar y “quemar” las visas de los Estados Unidos, en protesta por las agresiones del imperio; no sé cómo quemarían las visas sin quemar un pasaporte que les permitiría viajar a Cuba. Esa fanfarronada va a tener el mismo resultado que tuvo la convocatoria a la marcha del lunes pasado, a la que sólo cuatro gatos, a pesar de lo centenares de autobuses que vinieron de todas partes.

Ese llamado a la quemazón nos hace recordar las quemas masivas de libros en la Alemania nazi y en la Italia de Mussolini, pero quemar libros es mucho más fácil que pedirle a los chavistas que quemen sus visas, ya que la mayoría de ellos lo que quieren es ir a Disney World, ya sea en colitas de aviones de Pdvsa.

La mayoría de los jerarcas gubernamentales incluidos en la lista objeto de la reciente ley aprobada por el Congreso americano, no tiene que quemar visas porque no la tienen ni se las van a dar, salvo en el caso de diplomáticos venezolanos que tengan que asistir a un a reunión de las Naciones Unidos en Nueva York, en cuyo caso se otorga la visa por pocos días.

Hay que decirle a Iris que un fosforito no basta para encender una hoguera.

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