El papa Francisco ha escrito una larga carta a los cristianos que viven en Oriente Medio para animarles ante el agravamiento de los conflictos en la región y “la persecución”, “abusos y prácticas inhumanas” por parte de grupos terroristas.
En la carta con fecha del 21 de diciembre, pero publicada hoy por la oficina de prensa del Vaticano, Francisco recuerda que en esta Navidad para muchos de estos cristianos “las notas de los villancicos estarán mezcladas con lágrimas y suspiros”.
Para el papa, aunque nunca han faltado tribulaciones en Oriente Medio, “en los últimos meses se han agravado debido a los conflictos que afligen a la región”.
Y, aunque sin citar a los yihadistas del Estado Islámico (EI), destacó como ahora son tiempos más duros “especialmente por la actividad de una reciente y preocupante organización terrorista, de unas dimensiones nunca antes vistas”.
Ésta, añadió, “comete todo tipo de abusos y prácticas inhumanas, golpeando especialmente a aquellos de vosotros que han sido brutalmente expulsados de sus tierras, en las que los cristianos están presentes desde la época apostólica”.
También recordó en su misiva “a otros grupos religiosos y étnicos que sufren también la persecución y las consecuencias de estos conflictos”.
“Sigo cada día las noticias del inmenso sufrimiento de tantas personas en Oriente Medio. Pienso especialmente en los niños, las madres, los ancianos, los desplazados y refugiados, los que pasan hambre, los que tienen que soportar la dureza del invierno sin un techo bajo el que protegerse”, escribió el papa.
El papa Bergoglio también se acordó de las personas secuestradas, “entre las cuales se encuentran algunos Obispos ortodoxos y sacerdotes de diversos ritos”.
“¡Ojalá puedan volver pronto sanos y salvos a sus casas y comunidades!”, deseo.
Además valoró los intentos de los cristianos “por colaborar con personas de otras religiones, con judíos y musulmanes” pues “el diálogo basado en una actitud de apertura, en la verdad y el amor, es también el mejor antídoto contra la tentación del fundamentalismo religioso, que es una amenaza para los creyentes de todas las religiones”.
“Podéis ayudar a vuestros conciudadanos musulmanes a presentar con discernimiento una imagen más auténtica del Islam, como quieren muchos de ellos, que repiten que el Islam es una religión de paz”, les exhortó.
Una especial mención fue hacia los cristianos en Irak, y también los yazidíes y los miembros de otras comunidades religiosas y étnicas.
Y de nuevo, como ha realizado en otras ocasiones, reiteró la necesidad de que “todos los líderes religiosos expresen una postura clara y valiente, para condenar unánimemente y sin rodeos esos crímenes, y denunciar la práctica de invocar la religión para justificarlos”.
EFE