Aunque hasta la harina usada para preparar las arepas que se sirven cada noche en las mesas venezolanas cuentan con una fórmula fortificada para mejorar la absorción del hierro creada por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), el Gobierno quiere desaparecerlo alegando la falta de pertinencia social y de cercanía con el pueblo.
El cambio se viene gestionando a través del proyecto de reforma de ley del IVIC aprobado en primera discusión el 18 de noviembre, situación que ha generado diversas reacciones de parte de sus trabajadores, que si bien creen en la necesidad de modernizar una institución con 55 años de trayectoria, se niegan a que su nombre sea cambiado y su esencia erradicada, echando por borda su intachable trayectoria que es reconocida dentro y fuera del país.
Domingo Garzaro, director laboral del IVIC, es una de las personas que cuestiona la premura con la cual se vienen promoviendo los cambios que no fueron consultados con los trabajadores. “Rechazamos en primer lugar por ser inconsulta; aunque debimos ser los primeros en enterarnos la realidad fue que lo supimos a las 10:00 p.m. después de la presentación en la AN, por lo que de inmediato fijamos posición”.
–No es una cuestión de caprichos, sino de cuestionamiento hacia cómo se viene haciendo. Aparte de los múltiples vacíos que tiene, no reforma al IVIC, lo desaparece para dar lugar al Instituto Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación (Ivecit ), otorgándole todo el patrimonio del IVIC; desaparece la figura del investigador y elimina hasta su carrera, llevándolo a regirse por la ley de estatutos públicos, con lo cual desmejora; y desaparece el Centro de Estudios Avanzados, donde se dictan estudios de cuarto nivel del cual han sido egresadas más de 900 personas, quienes quedarían en el limbo.
La opinión es respaldada por Tamara Zoltan, jefa del laboratorio de Fotoquímica, quien detalló que hay una falsa justificación en la cual hablan de democratizar la ciencia, contrastando con una inexistente imagen elistesca de los científicos.
–Cada trabajador del IVIC obra para mejorar la vida de todos los venezolanos, lo cual se evidencia en el protocolo para contener un eventual brote de Ébola en el país, los tratamientos contra diversos síndromes, las pruebas rápidas para diagnosticar enfermedades infectocontagiosas y la atención que diariamente se le presta a estudiantes desde bachillerato a escuelas para acercarlos a la ciencia.
Zoltan va más allá y cuestiona que más de medio siglo después hablen de una apertura de la ciencia hacia el pueblo “cuando todos y cada uno de los proyectos deben estar enmarcados en el Plan de la Patria y los recursos no son aprobados de no justificarse la pertinencia social”.
–¿Quiere decir que todo este tiempo las personas a cargo estuvieron equivocadas? No lo creo. Como científicos no estamos negados al cambio porque sería negar nuestro oficio, sólo queremos jugar las mismas reglas y que no se pierda la identidad del IVIC, instituto autónomo que es un patrimonio del país, un bien intangible que no debe ser anulado y mucho menos por las razones equivocadas.
Propuestas
Científicos al fin, los entrevistados no se oponen a que la reforma siga su curso, sólo piden que todo se haga a su tiempo, tal y como lo comentó David Coll, vicedecano del Centro de Estudios Avanzados, quien detalló que “tal y como viene planteada la reforma, de aprobarse en el 2015 se destruirá la forma de hacer ciencia que se venía aplicando pese a lo exitoso que ha resultado, por lo cual pedimos que nos escuchen a quienes hacemos vida en el IVIC”.
–La reforma es una tema que venía flotando en las cabezas de varios porque hay que evolucionar de cara a las nuevas necesidades del país; de hecho, ya hay 14 propuestas elaboradas por los distintos núcleos del IVIC que esperan sean tomadas en consideración (…) Queremos seguir haciendo ciencia con los más altos estándares de calidad: hay el personal y la disposición, por lo que esperamos que nos escuchen y se haga una reforma acorde a lo que se necesita y no producto de una carrera contra el reloj que no traerá más que distanciamiento de la ciencia que tanto se ha fortalecido durante los últimos años gracias a los aportes del IVIC. En nombre de la democratización que usan como bandera para este cambio, pedimos que nos incluyan para garantizar resultados satisfactorios para todos los involucrados: mil investigadores, técnicos y profesionales científicos, 400 corresponden a personal administrativo y otros 400 son obreros, mientras que alrededor de 200 cursan estudios de cuarto nivel.
Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl