Compras nerviosas no dejan que mercancía “caliente” en los anaqueles

Caja
En algunos locales los productos no duran ni una hora. Foto archivo

Fugaz. Así es la estancia de los productos de la cesta básica que llegan a los estantes de los supermercados altomirandinos, donde cada día arrecian las colas de compradores.

“La demanda sigue siendo mayor a la oferta”, reflexiona un trabajador del Farmatodo de San Antonio de los Altos, donde el martes en horas de la mañana comercializaron papel higiénico. “Sacaron un poquito y se acabó en menos de una hora”, relató el entrevistado que solicitó el anonimato.

La situación se repite a lo largo y ancho de mercados, perfumerías, abastos y bodegas de Los Teques, Carrizal y San Antonio de los Altos, donde son surtidos a media máquina y fuera del cronograma habitual.

Así lo apuntan comerciantes, quienes señalan que despachos que antes eran interdiarios o semanales ahora pasaron a ser quincenales e incluso mensuales y llega un tercio de lo solicitado, haciendo que la mercancía “vuele” -en promedio- en una hora.

“Ayer le pregunté a una señora dónde había encontrado jabón de baño, me indicó un abasto en la avenida Bolívar, pero cuando llegué me dijeron que se había agotado porque apenas habían sacado tres cajas y comercializaron un paquetito de tres unidades por persona”, relató Gisela Romero, residente de El Trigo, quien no tuvo más remedio que devolverse a su hogar con las manos vacías.

Otros que tenían la esperanza de comprar, se retiraron pero hacia otros locales a ver si contaban con mejor suerte, como fue el caso de Paola Pérez, quien se dio una vuelta por Todoferta y Farmahorro en vano.

“Hasta ser madre se ha vuelto una tarea titánica en el país. Tengo cinco meses de embarazo y desde el mismo momento que me enteré de mis estado comencé la búsqueda de pañales. Ya tengo 10 paquetes de recién nacido, ahora llevo la talla que consiga porque eso no se perderá a medida que crezca el bebe”, confesó.

–Igualmente he adquirido un par de paquetes de fórmula en caso de que el niño no agarre la teta; y toallitas húmedas. Es impresionante cómo ahora no se encuentra el champú y colonia para los bebés, simplemente la línea infantil parece haber desaparecido de los anaqueles.

Se reproducen las colas

Pese a los reiterados llamados de diversos sectores a la calma a la población y el exhorto para que dejen de protagonizar colas e incluso, en los casos más extremos, dormir en las afueras de los locales –como ocurre en el Mercal ubicado en la calle Ricaurte de Los Teques- , las personas parecen multiplicarse en las afueras de los comercios de la jurisdicción.

“Es impresionante: hacia donde uno voltee hay una cola de compradores que en ocasiones ni siquiera saben qué van a encontrar”, dijo Camilo Márquez, mientras veía cómo efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) custodiaban la entrada de la sucursal de Fresco Market ubicada en Corralito, cuya santamaría lucía cerrada para controlar el ingreso de personas durante la mañana de este jueves.

–Ahora uno no puede entrar libremente a los comercios porque restringen el paso así uno quiera comprar cualquier otra cosa que no sea de la cesta básica.

Compras por   número de CI

Tras el revuelo causado por la propuesta de colocar captahuellas en los comercios; y ante la proliferación de las colas en las sucursales de los abastos Bicentenario así como las bodegas Mercal y Pdval, desde la semana pasada comenzaron a vender según el terminal de la cédula de identidad.

Según trascendió, en los Bicentenario los lunes atenderán los terminales 0 y 1; los martes 2 y 3, los miércoles 4 y 5, los jueves 6 y 7, los viernes 8 y 9, mientras que durante los fines de semana recibirán clientes sin restricciones.

La medida, aunque ha disminuido las colas, no ha sido vista con beneplácito por algunas personas. “Yo estaba ayer en Caracas y me sumé a la cola porque estaba sospechosamente corta y resulta que cuando ya me tocaba entrar me dijeron que no podía porque no coincidía mi número de cédula con el día”, denunció Jimena González.

–Definitivamente hay que retomar el orden en el país pero la primera solución es engrasando la maquinaria económica: hay que producir para garantizar que cada uno de los habitantes podamos comprar lo que nos apetezca sin limitaciones de ningún tipo.

Johana Rodríguez jrodriguez@diariolalaregion.net/@michellejrl

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