Dudamel y la Simón Bolívar propician el encuentro de dos mundos en Barcelona

DUDAMELLa ejecución de los músicos venezolanos por el mundo wagneriano estuvo guiada con interpretaciones de Viaje de Sigfrido por el Rhin y Muerte y marcha fúnebre de Sigfrido, ambas piezas de la obra de Wagner, El ocaso de los Dioses, del ciclo de El anillo del nibelungo
El maestro, llamado a ser uno de los mejores directores contemporáneos, junto a la frescura de la orquesta venezolana, que contó con la colaboración del Orfeó Català y del Cor de Cambra del Palau, frente al público catalán supuso el encuentro de Europa con el nuevo mundo, la esperanza del cambio en la música clásica.

La Orquesta Sinfónica de Venezuela Simón Bolívar, bajo la dirección de Gustavo Dudamel, una de las batuta mas requeridas de la música clásica, propiciaron con un concierto en Barcelona el encuentro de dos mundos en la naturaleza de la sinfonía y la ópera.

La interpretación de los cinco movimientos de La Sinfonía número 5 Ludwig van Beethoven: Allegro con brio, Andante con moto, Scherzo Allegro, Allegro, piezas emblemáticas en el repertorio de la orquesta, dieron gestos de la madurez de la orquesta y de la brillante aproximación del director venezolano a esta pieza.

En el segundo acto, y acompañados del coro del Orfeón Catalán dirigido por el maestro Josep Vila i Casañas, la Simón Bolívar interpretó varios extractos sinfónicos de óperas de compositor alemán Richard Wagner interpretadas por primera vez por la orquesta fuera de su país.

La ejecución de los músicos venezolanos por el mundo wagneriano estuvo guiada con interpretaciones de Viaje de Sigfrido por el Rhin y Muerte y marcha fúnebre de Sigfrido, ambas piezas de la obra de Wagner, El ocaso de los Dioses, del ciclo de El anillo del nibelungo.

Asimismo, estuvo incluido en el repertorio la Marcha nupcial de Lohengrin, Entrada de los invitados al Palacio y los Murmullos del Bosque de Tannhäuser, la dos primeras con la participación del coro del Palau.

«Las obras que interpretamos hoy son un ejemplo de la literatura coral wagneriana, dos ejemplos muy contrastados. Con la marcha nupcial, una obra sutil una obra elegante, transparente, se requiere de un sonido ligero», explico a Efe el director del Orfeón.

En contraste, «tenemos el coro de La llegada de los invitados de Tannhäuser que es una obra más de bravura de plenitud vocal, mucho más lírico», añadió.

Así, la orquesta Simón Bolívar y el Orfeón Catalán lograron complementarse, algo que según Vila es producto de «la mano del maestro magistral Dudamel, que ha conseguido realmente un equilibrio entre voces y orquesta admirable», indicó.

La elegante interpretación de la sinfónica venezolana emocionó al público catalán que aplaudió sin cesar a la orquesta para pedir bises, lo que fue complacido por el director con una impecable interpretación de La cabalgata de las Valquirias de Wagner y La muerte de Isolda.

EFE 

Salir de la versión móvil