Tatuarse va más allá que cuestión de moda

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El dibujo debe tener un significado y ser pensado pues durará toda la vida

Los tatuajes son dibujos o letras que se retratan en la piel para llevarlos con orgullo. Generalmente inmortalizan un diseño artístico, a una personalidad admirada, a un familiar, una frase o un amor inolvidable. Y es que este arte que lleva por lienzo la piel; por ello debe ser pensado para no arrepentirte luego del resultado final, considerando que lo llevarás por toda tu vida.

Así sucedió con la protagonista de esta historia, Kelly Rodríguez, quien decidió un día hacerse un nuevo tatuaje. Ya exhibe uno en su muñeca derecha, una mariposa que aún hoy se pregunta cómo cambiarla y hacer de ella algo más apasionante.

Para Kelly -una joven periodista- su tercer  tatuaje tendría un significado y así fue, decidió grabarse una frase que bien tendría un gran significado de vida y para ello llegó Gabriel Escalona, su tatuador, quien asegura cuenta con más de 18 años en este arte.

“Elegir a un tatuador con buena reputación es sólo el primer paso hacia tener un arte del cual estar orgulloso. Cómo cuidar esa marca después es igual de importante o más. Incluso el mejor puede arruinarse si no lo cuidas bien”, señaló Escalona mientras con su máquina iniciaba el nuevo dibujo en la piel de Kelly.

Historias de vida

Para Escalona esto es un arte de detalles, pues hay que tener mucha delicadeza para que el diseño se vea perfecto y natural. “Hay que darle realismo, si se trata de un lobo -por ejemplo- hacerle las orejas indicadas y no pintarlas que parezcan a las de un cerdo”, destaca.

Él lleva 18 años en el oficio y al preguntarle si recuerda su primer trabajo, no vacila en asegurar que se lo hizo a sí mismo. “Es la mejor manera de practicar y agarrar la técnica. Lo hice con tres agujas que se amarraban y así con la tinta hacías lo que hoy hace la máquina, un dibujo en la piel”.

Destaca Escalona, aquí en un principio los que se tatuaban eran los presos y por eso quizá tiene tantos detractores en la sociedad. “La gente ha evolucionado y ahora están aceptándolo más. Yo he tatuado a médicos, abogados, policías, guardias nacionales… en fin, ya es común entre todos los dibujos”, dijo.

¿Será que me va a doler?

«¿Me va a doler?» Seguramente todos hicimos esta pregunta antes de tatuarnos. Lo cierto es que existen varias opiniones acerca de cuánto duele hacerse un tatuaje. “Todos somos diferentes y por ende, la tolerancia al dolor no es la misma. Para mayor tranquilidad, es posible tener una idea de cuáles son las zonas del cuerpo menos y más sensibles”, señala.

Encabezando la lista de las zonas menos sensibles identificamos la parte superior del brazo, el antebrazo, la pantorrilla, los glúteos y el muslo. Por su menor sensibilidad es que los tatuadores aconsejan a los primerizos tatuarse en estas zonas.

Un poco más sensibles son el centro de la espalda, la parte delantera y lateral de los muslos, y los hombros. Realizar un tatuaje en estas zonas puede llevar más tiempo en comparación a otras áreas. Debido a la presencia de una mayor masa muscular densa y la piel apretada, es posible que aparezcan moretones después de hecho el tatuaje.

Un buen trabajo sólo llega a la primera capa de la piel, de lo contrario se corre el riesgo de hacer un mal trabajo, destaca. “Si tocas mucho la segunda capa, lo más probable es que el cliente tienda a desarrollar queloides”.

“Hay lugares que duelen un poco pero no es dolor sino una sensación distinta”, refiere. Cuestión similar con la creencia de que los colores duelen. “Sólo ocurre un poco con el blanco, que se podría decir que no es dolor sino que obviamente el color blanco es el último que se coloca y ya la piel lleva un rato debajo de la máquina, lo que tiende a doler más”, señaló Escalona.

Extraños pedidos

Entre los pedidos más extraños para Escalona, destaca una joven vegetariana que pidió tatuarse unos brócolis con unos cubiertos entrelazados. “Hasta un pabellón me pidieron una vez. Sin contar que hay clientes que quieren dibujarse órganos genitales o tatuarse en los genitales”, señala al referir que le tocó hasta tatuar unas llamas en una zona no publicable.

Los costos son variables , señalando que en lugares como la conocida ExpoTatto un trabajo puede situarse en los 30 mil bolívares, dependiendo de la exigencia del cliente

Cuidados

Al preguntar sobre los cuidados básicos señala que las primeras horas son fundamentales. No destapar el tatuaje es lo primero, lo segundo es lavarlo bien por dos o tres días seguidos tres veces al día.

Luego está una buena crema, preferiblemente que no contenga antibiótico pues como primera reacción creen que la tinta es un virus y pueden repelerla y dañar el trabajo. Esto último por 20 días. Importantísimo es no llevar sol por al menos cinco semanas.lv

Pola Del Giudice Ortiz- pdegiudice@diariolaregion.net/@polita26

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