No soy yo quien digo la frase que titula este artículo. Para la sorpresa de todos, se trata de una afirmación del teórico creador del Socialismo del Siglo XXI, Heinz Dieterich. Fue él quien le vendió a Hugo Chávez la idea de un sistema socialista a lo venezolano, conocido como Socialismo del Siglo XXI. Sin embargo, recientemente publica un artículo donde considera a los más altos dirigentes del Gobierno como personas sin ideología. En el artículo “2015 ¿último año de gobierno chavista?” advierte la debacle ineludible del régimen madurista debido a una situación económica para la que no tienen soluciones ni espacios políticos para maniobrar.
Lo que califica como una enfermedad “casi terminal” se debe a la unión de la debacle política derivada de un respaldo popular que apenas llega al 20%, el agotamiento de recursos excedentes del presupuesto nacional provenientes de la renta petrolera ante la caída de los precios, la carencia de apoyo internacional ante la incapacidad de acceder a crédito, y el agotamiento del liderazgo del triunvirato Maduro- Cabello- Arreaza.
Todo parece venirse encima y quienes pagan la incompetencia de sus gobernantes son los gobernados, sobre todo aquellos con menor capacidad económica, que son quienes tienen mayor necesidad de hacer colas y sobrecogerse a las políticas asistenciales del régimen, lo que muchas veces los coloca en una posición de solidaridad automática de la cual se han ido cansando. Es común escuchar “yo estoy en la misión X, pero de verdad que esta situación ya no se aguanta”.
Nicolás Maduro pasará a la historia como el hombre que coronó la debacle económica más feroz en Venezuela, la cual es un legado de Hugo Chávez pero que aceleró de forma exponencial su impericia. Además, como individuo, muy pocos se aventuran a defender sus potencialidades intelectuales.
Sin divisas para asearnos.- Los productos de aseo personal que aun podemos conseguir en los anaqueles (luego de hacer una larga cola, claro) son elaborados con divisas liquidadas el año pasado, pues voceros del sector advierten que el Gobierno ha negado las entregas de dólares para importar los insumos y materias primas necesarias para su elaboración. Son pocas las empresas transnacionales que mantienen su producción en el país, por lo que dependemos del Estado y fábricas pequeñas a las que se les debe liquidar pequeñas cantidades varias veces al año, planificación para la cual no está preparado un Gobierno que profundizó el rentismo petrolero y nunca contó con un barril por debajo de los 40 dólares.
La Unidad mayúscula.- El escenario nacional obliga a todos los factores de oposición trabajar por unirse de manera objetiva y que la voluntad de un pueblo descontento sea dirigido por la vía con mejor cauce, que es aquella enmarcada en la Constitución y las leyes. En tal sentido, nos sumamos a los esfuerzos de unificación. No hay duda que juntos ganaremos contundentemente las Elecciones Parlamentarias y tendremos una Asamblea Nacional que impulse los cambios necesarios para el pueblo venezolano, además de recuperar su majestad y ética, luego de tantos años convertida en un circo.
“Este país se lo llevó quien lo trajo”.- Esta frase la escuchamos repetidamente en la despedida de nuestro amigo Youndel Roseñada “Cubano”, quien cayó en manos del hampa el pasado fin de semana cuando intentaban robarle una cadena. Es una gran verdad. En Venezuela reina la desesperanza, nadie está seguro y estamos cansados de pisar aeropuertos y cementerios para decir adiós a familiares y amigos ¡Ya basta! Nos embarga el dolor al perder un compañero con el que compartió el pueblo carrizaleño durante casi 20 años, desde que llegó de Cuba huyéndole a una Dictadura, sin saber que finalizaría su vida en manos de la delincuencia parida por un régimen similar. Con su alegría llevará felicidad al cielo, donde Dios lo tendrá en su santa gloria.
Clara Mirabal – @claramirabal