Nuevo aumento salarial no rescata el poder adquisitivo

Cola 7
Costos de la comida se han multiplicado por 87 los últimos 16 años

28 son los aumentos de salario mínimo efectuados en los últimos 14 años y el conteo sigue. Este primero de febrero se hizo efectivo el nuevo incremento, lo que ha sido aceptado sin chistar por los venezolanos pese a estar concientes de lo que implica.

“Nadie se queja cuando le dan un extra de dinerito pero en el fondo sabemos que eso es un pañito de agua tibia porque antes de que calentemos esos billetes en los bolsillos van a venir los ajustes de todo tipo: desde la mensualidad que uno cancela en el estacionamiento, pasando por los servicios básicos. Yo no quiero ni pensar el nivel de inflación que viviremos cuando suban la tarifa de la gasolina”, afirmó Marbella Otaiza, habitante de Los Teques, quien este domingo esperó seis horas para ingresar al Makro ubicado en el kilómetro 22 de la carretera Panamericana.

–Yo creo que no llega a 20 el número de productos regulados en el supermercado, el resto sigue su aumento paulatino cada semana y al que no le guste no tiene más remedio que dejar el producto donde mismo lo agarró. Para que uno pueda cubrir lo básico cada persona debería ganar mínimo 20 mil bolívares porque con lo que se gana o se come o se pagan los servicios y el alquiler, todo es imposible.

La opinión es compartida por quienes día a día salen a los supermercados a “cazar” productos. “Uno antes recorría varios mercados buscando ofertas, ahora mínimo se visitan diez locales y lo que se consiga hay que pagarlo al precio que lo ofrezcan porque uno no sabe cuándo lo volverá a ver. Esto no es vida”, dijo Carlos Suárez, quien ante la situación actual se ha sumado a labores antes exclusivas de su esposa.

–Yo antes no sabía qué era pisar un supermercado o una perfumería, daba dinero si faltaba pero esas compras eran responsabilidad de mi esposa. Ahora con el tema de que no se encuentra nada y hay que estar alerta de qué llega y luego hacer la kilométrica cola, he tenido que involucrarme más con estos temas del hogar. Es difícil ser cabeza de familia en estos tiempos.

Sube que sube

Según cálculos ofrecidos por el coordinador nacional de Primero Justicia (PJ), Julio Borges, desde diciembre de 2012 hasta noviembre de 2014 los alimentos aumentaron un insólito 246 % en apenas dos años. Sus precios casi se han cuadruplicado. A su juicio ese es el resultado de la profundización de un modelo económico fracasado que ha llevado los costos de la comida a multiplicarse por 87 en los últimos 16 años.

La visión es compartida por personas como Paúl Rodríguez, quien detalló que 5.622 bolívares –nuevo salario- los gasta reponiendo alimentos para una semana. “Es un chiste de mal gusto del que nadie se ríe. Eso no alcanza ni para una persona que viva sola porque tiene que pagar un alquiler (una habitación en una zona popular de Los Teques no se encuentra por menos de Bs. 8.000) y tres comidas diarias y nada más en un desayuno uno gasta, por la tarifa mínima, Bs. 60; Bs. 250 un almuerzo y la cena va por el mismo camino”.

–Ahora se trabaja para comer y pagar techo porque no da para más nada. Las fiscalizaciones fueron un show preelectoral que pretenden repetir este año pero ya estamos concientes de las nefastas consecuencias (…) Ahora se están metiendo con Farmatodo y amenazan con hacerla parte de sus misiones, como es lo único que funciona en el país le quieren echar mano y ya sabemos lo que pasa con todo aquello de lo que se apoderan.

Siguen las colas

Mientras el Gobierno sigue anunciando medidas para combatir lo que han bautizado “guerra económica”, los consumidores siguen haciendo maromas para acceder a la mercancía básica y rindiendo el dinero cada vez que van a hacer mercado.

“Ya un plátano cuesta 30 bolívares”, dijo una enfática Mayerling Rosales, quien considera que ni en los mercados a cielo abierto de Los Teques escapan del desabastecimiento y el sobreprecio.

–Todo el mundo está buscando la manera de rebuscarse para llevar el sustento diario a su hogar. Con los costos de la carne y el pollo uno debe hacer magia en la cocina. Antes uno sustituía con latas de atún y huevos pero los precios de estos productos también están por las nubes. Nos tocará dieta forzosa a todos y nuestra generación de relevo irá a sufrir de desnutrición.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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