La mielofibrosis es una de las enfermedades menos conocidas de este siglo; a pesar de innumerables estudios y muchos millones invertidos para su investigación, está catalogada como una de las patologías más raras, pues no tiene causa conocida ni es de influencia medio ambiental; de ella solo se sabe que es de origen genético.
El Dr. Miguel Augusto Godoy nos habló un poco de qué se trata y cuál es su sintomatología. Explicó, “lo primero que debemos tener claro es que los elementos que componen el torrente sanguíneo, es decir glóbulos blancos, rojos y plaquetas son producidos en la médula ósea a partir de las células madres o progenitoras. La mielofibrósis es un tipo de cáncer en la sangre que se produce por la incapacidad de la médula ósea de producir células normales o de buena calidad”.
Por lo general esta patología, también conocida como metaplasia mieloide agnogénica, suele afectar a personas mayores; sin embargo esto no es una condición infalible pues, según la OMS, alrededor de la cuarta parte de los pacientes que presentan esta enfermedad son personas jóvenes.
“Como resultado de esta mala producción de células que circulan en sangre los pacientes presentan síntomas como anemia (por glóbulos rojos defectuosos), riesgo de contraer infecciones (por glóbulos blancos defectuosos) y problemas de sangrado y cicatrización (por plaquetas anormales)”, agregó.
El resultado de este proceso es que tanto el hígado como el bazo al tratar de compensar esta situación buscan producir células normales, lo que provoca un sobrecrecimiento e inflamación de estos órganos.
Al tratarse de una enfermedad degenerativa cuyas causas son desconocidas se hace imposible tomar medidas preventivas ante ella, Godoy recomienda a las personas mayores de 30 años realizarse exámenes de sangre continuamente, especialmente el perfil 20 siempre que presente síntomas como fatiga, pérdida de peso repentina, aumento de temperatura, dificultad para respirar y pérdida de capacidades motoras.gf
Zuleth Araque / zaraque@diariolaregión.net