El viernes antepasado tuve el privilegio y honor de bautizar un Ebook recopilatorio de mis caricaturas, Crónicas de una conspiración, en las instalaciones del diario El Nacional. Esa noche estuve acompañado por tanta gente querida, tantas personas positivas, no solo para mi persona, sino para el país. Comenzando por el padrino del libro, Claudio Nazoa, hombre que con su humor ha sido un referente de Venezuela y que hoy es víctima de la discriminación de un gobierno que predica la unión y la paz. Cabe destacar que a Claudio, Laureano Márquez y Emilio Lovera, colegas y eterno apoyo a mi carrera, están vetados por Conviasa y no se les vende pasajes. Y ahora hasta el Seniat suspende locales para los días de las funciones de Laureano y Emilio. Pero, para no perder el hilo, esa noche, además de estar en uno de los últimos bastiones de la libertad de prensa, de haber recibido el apoyo de Miguel Henrique Otero (en este punto ya me llamarán golpista), compartí con un grupo de periodistas excepcionales, seres humanos de primera y músicos virtuosos cuyo trabajo está dedicado a enaltecer a Venezuela. La Tertulia, el ensamble que puso melodía a la noche, sencillamente demostró que en el país hay personas comprometidas con mostrar una cara distinta.
Estaba también el equipo de Cervezarte, con sus cervezas artesanales derrochando sabor y calidad. La cerveza Norte del sur, su marca, con sus colores que evocan a la mujer venezolana, rubia, morenas y trigueñas, fueron el descubrimiento grato de muchos de los asistentes quienes alabaron que, en medio de una crisis tan terrible, exista gente terca que no se rinda y continúe apostando por elaborar productos de calidad. Y si a estos sumamos a los chamos de Librero ETC (eso son, chamos), empresa dedicada a la elaboración de libros digitales, aplicaciones pedagógicas desde su plataforma Educa Tablet, y obviamente la comercialización y venta en el país de dichos materiales, sencillamente es difícil no sentirnos orgullosos de ser parte de la generación que se niega a la oscuridad, a la ignorancia y a la pobreza. Esa noche apostábamos por el progreso y el cambio.
Recordaba mientras bautizaba mi Ebook muchas cosas. Cuando me levanto cada mañana y empuño mi lápiz, mi papel, son muchas las sensaciones que experimento. Creo la más profunda es un agudo dolor que hace que me escosan lo ojos. Leo la prensa, reviso las redes sociales y confieso que siento un desasosiego profundo, un miedo inmenso de perder la patria, porque perder el país es como perder a la madre. Así lo siento yo.
Sin embargo el miedo, el mismo que sentí cuando me amenazaron unos desconocidos, se traduce en una fuerza, en un deseo efervescente en mi interior. No se es valiente por no sentir miedo, sino por sentirlo y transformarlo, domarlo para hacer cosas importantes. No digo que yo las haga, pero sé que mi compromiso con este país (como el de todos los asistentes de aquella velada), con su gente, con su esencia motivan a trabajar por un cambio. Es un grano de arena en una inmensa caja de arena. El cambio comienza por nosotros.
Esta sencilla recopilación de mis caricaturas no es un intento absurdo por contar lo que todos sabemos, es entrar por unos minutos en mi mundo y ver al país como lo veo yo. No pretendo ser un sociólogo, pero trato de mostrar en contexto lo que he pensado, sentido y vivido los años que mi sección Pinillazos ha circulado en los diarios La Voz y La Región. Mis caricaturas no son ofensivas ni son peligrosas, mucho menos son armas, pero el oficialismo las considera una conspiración. De ahí el nombre de varias de mis exposiciones, así como esta iniciativa de, por primera vez, mostrar mi trabajo agrupado.
Bautizar un Ebook dice muchas cosas: primeramente, que la tecnología ha llegado a niveles que jamás imaginamos. Quizás lo imaginó Julio Verne, y se pensó que el pana estaba loco. Pero la realidad es que, cuando la crisis más nos aprieta, la tecnología sale en nuestro auxilio para llevar, por suerte, no solo a Venezuela sino a todo aquel en el mundo que quiera conocer de cerca nuestra realidad, un poquito de la verdad.
El ebook habla de nuestra industria editorial que languidece por falta de papel, goma, tintas y tras cada absurda traba que coloca un gobierno enemigo de la cultura. A eso se le suma el miedo de invertir en un libro conspirativo, explosivo y peligroso si el contenido desnuda las miserias de este gobierno abyecto. Pero lo que parecía un problema, gracias a Librero ETC, hoy es una oportunidad. Crónicas de una conspiración es una realidad y me deja como enseñanza a no rendirme, por más oscuro que sea el panorama. Que por más cuesta arriba que está nuestra situación, existen trochas para llegar, atajos para lograr objetivos y herramientas ingeniosas para seguir, de verdad, haciendo patria.
Venezuela necesita de nosotros más que nunca, pero nos necesita motivados, sin darle la espalda, sin bajar los brazos. No es fácil, pero si algo sentí el viernes pasado, es que el cambio viene. Quiero agradecer a mis amigos, Daniel Murolo, coautor de esta conspiración, amigo y apoyo, a Alfredo Jimeno, concejal de Chacao que trabaja por un verdadero cambio, a Sairam Rivas, líder estudiantil que le mete el pecho a la represión, Dios, mis padres y mi esposa, Dayana Márquez que me dicen a diario con su apoyo y amor, ¡si se puede! A Venezuela va este libro y todos mis libros ya publicados.
“Sábete, Sancho, que … Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca.”
Don Quijote, Miguel de Cervantes.
Fernando Pinilla