La oposición de derecha triunfa en elecciones locales francesas

El Frente Nacional obtuvo numerosos escaños pero no estaba seguro de ganar su reto de dirigir al menos uno de los departamentos
El Frente Nacional obtuvo numerosos escaños pero no estaba seguro de ganar su reto de dirigir al menos uno de los departamentos

Según las primeras estimaciones, esta opción ganaría entre 64 y  70 de los 101 departamentos franceses, la izquierda entre 27 y 37

La oposición de derecha obtuvo una amplia victoria en las elecciones departamentales francesas, en las que la izquierda en el gobierno sufrió una severa derrota, según las primeras estimaciones de los institutos de sondeo.
Estas elecciones eran escrutadas con particular interés porque se consideraban un primer test electoral con vistas a la presidencial de 2017.

No bien se anunciaron los primeros resultados, el expresidente Nicolas Sarkozy, líder de la derecha, estimó que se trata de una “desautorización sin apelación” del gobierno socialista.

“La alternancia está en marcha y nada la detendrá”, dijo.

Según las primeras estimaciones, la derecha ganaría entre 64 y  70 de los 101 departamentos franceses, la izquierda entre 27 y 37. El Frente Nacional obtuvo numerosos escaños pero no estaba seguro de ganar su reto de dirigir al menos uno de los departamentos.

La izquierda administraba hasta ahora 61 de los 101 departamentos franceses.

Cerca de 40 millones de electores eran llamados a participar en esta elección, que concierne todo el territorio francés salvo París y Lyon, ciudades en las que las atribuciones de los departamentos son ejercidas por otras instancias.

La abstención fue de entre 49,8% y 51%, según proyecciones de los institutos de sondeo, es decir alrededor de un elector de cada dos.

Este resultado del gubernamental Partido Socialista podría ser de muy mal augurio para la presidencial de 2017.
La izquierda se había esforzado en movilizar a su electorado después de la primera vuelta para limitar la derrota.

Trasformación del paisaje político

Hollande había anunciado de antemano que Valls, que cumplirá el martes dos años en el cargo, seguiría siendo jefe de gobierno sea cual fuere el resultado.

No obstante podría haber una reorganización ministerial en el gobierno a comienzos de abril, por la que volverían al gobierno los ecologistas, que en la primera vuelta se negaron a apoyar a un gobierno que consideran demasiado liberal en su política económica.

El momento es delicado para Hollande, impopular por una situación económica que sigue estancada, con el desempleo en niveles récord y un crecimiento muy bajo.

Un colaborador del presidente, preocupado, anticipaba “una amplificación” este domingo del bofetón de la primera vuelta.

“Al frente de una mayoría muy debilitada y fragmentada, carece de margen de maniobra para acometer nuevas reformas, y todo el mundo (en el Elíseo) teme su eliminación en la primera vuelta (de la presidencial) en 2017″, afirmó este colaborador.

Con la implantación confirmada de la extrema derecha en la política francesa, caracterizada durante décadas por una rivalidad entre izquierda y derecha, el país ha entrado en el tripartidismo, un fenómeno “duradero”, según el politólogo Pierre Martin.

AFP

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