Tenemos los mejores candidatos a la AN

Al mismo tiempo que el Gobierno busca unificarse internamente en torno a un presunto antimperialismo, también ataca a la oposición para dividirla y generar conflictos entre los partidos de la MUD. Pretenden hacer creer a la opinión pública que los candidatos demócratas a la Asamblea Nacional son elegidos “a dedo”, lo cual no solo es una mentira sino que evidencia el miedo a nuestras opciones que son las mejores. En todo caso, deberían preocuparse más por sus divisiones que por tratar de inventárnoslas a nosotros.

Es muy difícil unirse entre pensamientos diferentes, pero lo hemos logrado. En la oposición convergemos socialdemócratas, liberales, centrohumanistas y hasta comunistas, como es el caso de Bandera Roja, pero todos entendemos que en tiempos electorales y de lucha colectiva debemos deslindarnos de los preceptos ideológicos y empeñar la voluntad en torno al objetivo común de enfrentar la Dictadura, hacer prevalecer los puntos en los que coincidimos y desde allí construir proyectos conjuntos.

En todos los procesos históricos de crisis y cambio político hay individualidades vacilantes, con poca convicción, que terminan vendiéndose al mejor postor. De eso no escapa ninguna oposición en el mundo. Aquí los hemos tenido y seguramente habrá algunos otros antes de que conquistemos el cambio definitivo. Lo importante es la unidad colectiva verdadera, además del tránsito de amplios sectores que fueron chavistas y ahora detractan al régimen de Nicolás Maduro.

Hoy, Venezuela vive una de las crisis más profundas de nuestra historia republicana. Nunca antes escasearon tantos productos básicos, nunca antes el dinero valió tan poco, nunca antes hubo tantos asesinatos y robos, nunca antes vivimos tan mal. Ese es el escenario nacional, que por supuesto es el más importante y no debemos descuidarlo con las cortinas de humo y shows que genera el Gobierno para que se nos olviden estas cosas. Lo que ellos no miden es que el hambre avisa y recuerda al pueblo.

Por su parte, el ámbito internacional está sumamente activo. Los imperialismos ruso, chino y estadounidense se pelean por nuestras riquezas y los negocios con el régimen venezolano. Las declaraciones de Obama no son más que una advertencia a las cúpulas corruptas para resguardar los intereses gringos en áreas estratégicas donde tienen empresas, sobre todo en la Faja Petrolífera del Orinoco. No es casual, que luego de esto el régimen callara ante la explotación petrolera de Exxon Mobil en aguas nacionales cercanas a Guyana, país al que además se le otorgó un contrato multimillonario para que nos venda arroz. Movimientos como este garantizan un pedazo de la torta a cada imperialismo, de modo que el Gobierno entregue nuestra soberanía progresivamente, negociando la Patria para mantenerse en el poder.

Solo un impulso a la producción nacional nos emancipará, y ha quedado claro que con este régimen no llegaremos a eso. 16 años de oportunidad para industrializar el país e hicieron todo lo contrario: aumentaron la característica rentista de la economía y con ello nuestra dependencia de la importación. Es por eso que debemos ganar la Asamblea Nacional para legislar a favor de la reconstrucción nacional. Tenemos los mejores candidatos y hacia allá apuntamos.

Semana Santa.- Iniciamos una temporada de reflexión y reencuentro. Aprovechémosla para reconocernos, evaluar que estamos haciendo bien, en qué andamos mal y cuál es el objetivo de nuestras vidas. La cercanía con Dios en estos tiempos permite una apertura espiritual necesaria para iniciar los cambios, cuando sea necesario, o reimpulsar nuestro esfuerzo en el camino que recorremos. La fe mueve montañas y es el acompañante propicio de la lucha hacia una Venezuela indetenible.

Clara Mirabal

 

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