Aún uno no comprende cómo un régimen que vive desdeñando y menospreciando un sistema de vida que para ellos está en decadencia como lo es el de Estados Unidos, esté tan despechado, tan herido e indignado por una decisión que, por ahora, afecta a siete funcionarios sospechosos de haber comprado propiedades en ese país producto de corrupción. Siete funcionarios acusados además de violar derechos humanos.
El ocho de marzo, el presidente de EE. UU. Barack Hussein Obama emitió una Orden Ejecutiva que ha sido y seguirá siendo objeto de múltiples controversias y manejos políticos. Esta decisión condujo a la elaboración de una nueva “lista de personas especialmente designadas”. Esa ley asigna al Jefe del Estado norteamericano la potestad de señalar cuáles serían los funcionarios venezolanos objeto de sanción.
Los señalamientos son particulares contra seis militares venezolanos y una fiscal del Ministerio Público, por lo tanto, son básicamente reproches de orden político soberanos de ese país. Igual que nuestro país tiene derecho a expulsar o restringir la entrada a otros funcionarios o personalidades de otros países.
Por ello han hecho un berrinche diplomático abrazando la bandera para despertar un falso nacionalismo. Y nada de esto tiene que ver con la defensa de los intereses del país. Han apelado al miedo, usando para ello todos los recursos del Sibci, recordando invasiones e intervenciones castrenses en contextos totalmente distintos. Para darle más sustento a esos temores, Maduro ordenó unos “ejercicios militares defensivos” apenas se conoció la Orden Ejecutiva. Resultado: un suboficial muerto y más pérdida de recursos.
Basta con leer detenidamente que estas sanciones de la tan temida Lista Obama no son contra los venezolanos. Este falso arrebato patrioterista busca fallidamente desviar la atención de la crisis económica y política y amalgamarnos en un sentimiento pro gobierno que sólo engaña a un puñado de desprevenidos que lo apoya.
Claramente dice el comunicado: «la erosión de garantías de Derechos Humanos por parte del gobierno de Venezuela, la persecución de oponentes políticos, la reducción de libertades de prensa, el uso de violencia y la violación de derechos humanos y abusos en respuesta a protestas antigubernamentales, los arrestos arbitrarios y detención de protestantes antigubernamentales, constituye una inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y política internacional de los Estados Unidos de América, y por ende declaro una emergencia nacional para tratar con esta amenaza». ¿Ven? La amenaza no es contra Venezuela si no contra los desmanes maduristas.
¿Dónde dice ahí que es contra TODOS los venezolanos? ¿En qué nos amenaza eso a quienes no tenemos propiedades ni somos funcionarios, ni hemos violado derechos humanos? ¿Dónde dice que va a haber una guerra?
Esto sólo ha servido para un derroche de recursos propagandísticos y para forzar a firmar a funcionarios públicos, violando aún más los derechos humanos, mientras el país sigue cazando artículos de comida, de aseo personal, medicamentos, repuestos de vehículos, cauchos y baterías. Mientras el país sigue de cola en cola y ellos haciendo miserable la vida de los venezolanos. Vía Informe21
