El autismo es el más conocido de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) y se le considera como un trastorno neuropsiquiátrico que se caracteriza por dificultad para mantener relaciones sociales, alteraciones en la capacidad de comunicación y patrones de conducta restringidos y repetitivos.
“A nivel orgánico el autismo tiene una particularidad que incluso algunos padres de niños que padecen este trastorno aún desconocen; genera un trastorno a nivel intestinal en donde el tejido que recubre este órgano tiene la particularidad de ser permeable, por lo que no es capaz de digerir cierto tipo de proteínas que pasan a circular libremente por el organismo comportándose como opiáceos y causando adicción en los pacientes ”, explicó Yerlis Baptista, nutricionista.
La consecuencia más directa del consumo de estas proteínas en pacientes autistas es una alteración importante en su nivel de autismo y, sobre todo, en la conducta que presentan los mismos; “es importante que las personas estén concientes de que una alimentación balanceada es de gran ayuda para atender y controlar los comportamientos violentos de los pacientes autistas”.
Explicó que para evitar un deterioro en el grado de autismo que presenta una persona es fundamental suprimir de su dieta ciertos alimentos por demás comunes para el resto como la caseína, presente en la leche y otros productos lácteos, el gluten que contienen algunos cereales como el trigo, la avena y la cebada, y los conservantes o aditivos.
“La dieta de los autistas es fundamental para mejorar su condición, sin embargo hoy en día los padres y representantes que deben lidiar con este trastorno tienen una gran dificultad para cumplir este requisito fundamental para mejorar la salud de sus hijos ya que la gran mayoría de las cosas que los autistas pueden comer no se encuentran o se consiguen a precios muy elevados”, acotó Baptista.
“La alimentación de estos pacientes debe ser muy orgánica, ellos pueden comer proteínas a base de carne y sustituir la leche de vaca por la de almendra, coco o arroz; la harina de trigo debe ser sustituida por fécula de maíz, mientras que del grupo de los cereales pueden ingerir perfectamente aquellos que son a base de arroz o maíz”, puntualizó.
Agregó que el tema de la correcta alimentación del paciente autista es fundamental y hoy día los padres de niños con este trastorno sufren por no poder cumplir la dieta correctamente.
“Las proteínas que los autistas no pueden procesar actúan como una suerte de droga en el cuerpo del paciente; se vuelven adictos a estos productos y cuando no los obtienen se tornan agresivos y muchas veces peligrosos, llegando al punto de que cuando se los quitan de su dieta llegan a sufrir síndrome de abstinencia”, aseveró.
Los pacientes autistas que se salen de la dieta aunque sea por cantidades mínimas tardan hasta 6 meses en eliminar estas proteínas de su organismo, lo cual representa un gran retroceso en su metabolismo, por lo que expertos aseguran que es de vital importancia mantener una dieta estricta para mejorar la calidad de vida de los que padecen esta condición de salud.gf
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