Grupos comando se refugian en montañas de Valle Alto

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El pasado domingo al menos ocho hombres irrumpieron en una vivienda llevándose todo lo de valor que encontraron, no sin antes herir a los propietarios

La urbanización Valle Alto es uno de los sectores del municipio Guaicaipuro que recientemente se ha mantenido en el ojo del huracán; en la última semana se registraron al menos cuatro intentos de robo de casas, siendo el primero efectivo.

Se han venido sosteniendo reuniones entre propietarios y funcionarios de distintos cuerpos policiales que hacen vida en la región, a fin de aminorar la cantidad de robos; esto no parece terminar con el asedio que mantiene un grupo hamponil que se la juró a la comunidad.

José Cárdenas, miembro del consejo comunal y encargado del área de transporte, vialidad y seguridad, señaló que “el problema de la inseguridad se ha venido incrementando a medida que ha pasado el tiempo; desde noviembre comenzó la caza, literalmente, entre la banda que mantiene sometida a la urbanización”.

El representante del consejo comunal explicó que los hampones llegan caminando por la zona boscosa y una vez adentrados en Valle Alto, donde hay más de 200 viviendas, ingresan a las casas casi siempre después de las 4:00 pm debido a que es la hora donde hay menos movimiento en la comunidad.

“Creemos que los que atacan son de los barrios Palo Alto y Retamal, los cuales se encuentran justo detrás de la montaña que divide Valle Alto con los suburbios antes mencionados”, comentó Cárdenas.

En el lugar no transita ninguna línea de transporte público, precisamente para evitar que por ese medio se trasladen los antisociales; “no tenemos problemas con el agua, el aseo o la luz, contamos con tanques propios y el camión de la basura pasa dos veces a la semana”.

Modus operandi

Según el propietario, una banda hamponil, tipo comando conformada por al menos 8 hombres mantiene azotada a la urbanización.

“La calle 22, que se llama callejón Inglés, es la más vulnerable y de fácil acceso para los delincuentes, quienes aprovechan este pedazo porque es el más plano en cuanto a geografía, condición que le facilita a los choros la vista para estudiar a sus víctimas”, explicó Cárdenas.

El grupo hamponil cuando ingresa a una vivienda es porque ya lleva mínimo una semana estudiando el comportamiento de los propietarios; es decir, la hora en que salen, la de su retorno, cuántas personas allí viven y cuáles son los carros que manejan.

Reunión y acuerdos

En la última reunión que se mantuvo entre los directivos del consejo comunal y funcionarios de la Policía de Miranda y de Poliguaicaipuro se plantearon una por una las situaciones irregulares que se han suscitado; se estudió cuáles son los puntos más vulnerables y cómo atacan al enemigo.

Cárdenas explicó que llegaron a una serie de acuerdos que posiblemente lograrán aminorar la ola de robos que se ha venido registrando en la comunidad. “Activaremos en los próximos días sensores de movimiento en todas las zonas, se alumbrará toda la montaña que sirve como puente para los malandros, y se reactivará el circuito cerrado en la salida”.

–Contamos con vigilancia privada, así que los funcionarios también fungirán como obstáculo para que ingresen desconocidos a nuestra comunidad; sabemos que hay viviendas donde se construye o remodelan áreas, por lo que tenemos a todos los obreros plenamente identificados.

Último robo

La madrugada del domingo cinco de abril un grupo de siete hombres “tipo comando portando armas de fuego y encapuchados” ingresó a una vivienda ubicada en el callejón Inglés; los antisociales sometieron a los presentes amordazándolos y luego se llevaron varios equipos electrónicos.

Padre e hijo al principio opusieron resistencia pero sus verdugos les ganaban en número, por lo que fueron dominados; los encapuchados los agredieron físicamente produciéndole a ambos traumatismo craneoencefálico leve.

Los maleantes pretendieron huir en los vehículos pero fue imposible debido a que la sirena policial les advirtió que la justicia se aproximaba; cargaron con seis teléfonos celulares, una laptop, una PC de mesa, prendas de alto valor, un aproximado de Bs. 10 mil y 100 dólares.

Alex Fuenmayor – afuenmayor@diariolaregion.net / @heyapplex

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