Pasajeros viven en carne propia la escasez de repuestos para transporte

Transportistas 15
Por las chiveras ubicadas en la carretera Panamericana suelen verse a los dueños de las unidades de transporte público tratando de ubicar las autopartes que no pueden adquirir en los comercios autorizados por las persistentes fallas de despacho de mercancía

Baterías, cauchos, pastillas de frenos, filtros, amortiguadores, tren delantero, repuestos eléctricos y carrocería, así como aceites y lubricantes se han convertido en los grandes ausentes de los comercios altomirandinos, poniendo a correr a los transportistas, quienes agotan hasta la última instancia para no parar su unidad.

“Que un solo caucho te lo quieran vender por encima de 20 mil bolívares y tener que comprar al menos cuatro es una realidad que está afrontando el sector transporte y que padecen los usuarios, porque cuando no hay más alternativa que parar el carro para que no se siga dañando o simplemente porque no puede rodar un metro más, se refleja en la flota, dejando algunas rutas desamparadas y elevando los tiempos de espera en las paradas”, dijo Rafael Rodríguez, quien conduce en la ruta que va de Los Teques a Carrizal.

–Un tren delantero no se consigue por menos de 50 mil bolívares y con las calles tan destruidas que tenemos suele ser lo primero en dañarse. Casi lloro cuando tengo que transitar por la avenida Independencia que en vez de rehabilitarla lo que hicieron fue empeorarla porque la inauguraron todos apurados y ahora rasparon el asfalto otra vez y hay unos baches en los cuales el carro pega y parece que se fuera a partir en dos cuando pasan los cauchos.

Buscando opciones

Algunos transportistas optan por anotarse en listas de espera. “El tema es que como no hay regularización en los despachos de mercancía no te dan seguridad, es decir, puedes esperar un día, una semana o seis meses para obtener respuesta y de paso hay que pasarle algo al vendedor, una especie de comisión”, reveló Alejandro Urdaneta, quien con su autobús trabaja trasladando excursiones a La Guaira y Tucacas.

–Quienes están desesperados no dudan en recorrer las chiveras ubicadas a lo largo de la carretera Panamericana, pero como son usados a lo mucho te salvan durante un mes y uno termina gastando más dinero (…) Antes se tenía la opción de escoger entre repuestos originales o imitaciones pero ahora simplemente no se consigue nada. Hasta me ha tocado parar el carro por no hallar aceite; es mejor porque arriesgarse a que se funda el motor no está nada fácil durante estos días tan negros que estamos atravesando.

Pagan los platos rotos

Mientras los transportistas públicos pasan las de Caín para hallar repuestos y autopartes, los usuarios padecen las consecuencias en carne propia.

“Yo entiendo que la inflación haga necesario un aumento de pasaje pero eso debería venir acompañado de una mejora del servicio; cada vez esas unidades están más dañadas y en el peor de los casos dejan de trabajar y uno tiene que pasar hasta 45 minutos esperando un autobús”, denunció Alexandra Viloria, residente del barrio Guaremal.

–Primero tenemos que lidiar con el hecho de que por la ola creciente de inseguridad que estamos viviendo han limitado el horario de trabajo hacia la comunidad; ni siquiera los taxistas se quieren meter para allá cuando cae la noche. Ahora resulta que cada día trabajan menos autobuses, uno debe esperar una eternidad y si hay protesta la cosa empeora al punto de que es mejor devolverse a la casa o irse caminando hasta el trabajo para que no te descuenten la jornada laboral.

La problemática trasciende los Altos Mirandinos. Según datos de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra), en 2014 la importación bajó 70 % con respecto a 2013, por lo que 70 % de la flota de transporte público pesada “está parada  llevando a los pasajeros a sufrir las consecuencias de la creciente escasez de repuestos.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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