Con el título “El hombre que amaba los perros”, el escritor cubano Leonardo Padura nos entrega una apasionante novela histórica que relata el proceso del exilio de Leon Trostki y su posterior asesinato a manos del militante comunista español Ramón Mercader. Especialista en novelas de misterio, hace de este relato una auténtica novela de suspenso, con más de 500 páginas, pero al contrario de lo que se pueda imaginar, lo principal de esta historia, según mi opinión, es la tragedia del frustrante fracaso del comunismo.
Después de haber contado el exilio de Trostki, en varias partes de Europa, Turquía y Noruega, finalmente, llega a México, donde ocurrirá el asesinato. También allí, ocurren una serie de aventuras, si es que podemos denominarlo así. Durante este proceso de conversión, el asesino Ramón Mercader, se transforma en un mercenario, sin sueldo, pero con viáticos pagados desde la Unión Soviética para darse la vida de un buen burgués Belga. Cambia su nombre, su biografía, sus actividades. Manipula a una militante trostkista: Silvia Ageloff, haciendose pasar por un enamorado, rendido. Se entrena en las armas; en lo psicológico, para que no se sepa quién es en realidad y, lo fundamental, ¿cuáles son sus verdaderos planes?.
Todo es un inmenso e intenso drama. Se supone, culminará con la muerte del viejo líder. Sin embargo, lo peor se sucede después. Su mentor y asesor, ¿tal vez, orientador? un espía de primer órden, encargado de su formación ideológica¨decide franquearse y narrar sus tragedias personales. Muerto Stalin, (1953( salen a relucir toda clase de horrores, y él, el espia, (quien trabajó a las órdenes de Beria( empieza a contar como han vivido de las mentiras, como, practicamente, no existen ya como personas- sus identidades auténticas han desaparecido- y, lo más dramático: han dejado de pensar. Esto está escrito en el libro citado, cuya autoría es de Leonardo Padura, escritor cubano, que sigue viviendo en Cuba.
Hago la aclaratoria, por cuanto es de suma importancia conocer este interesante detalle. ¿Cómo sigue en Cuba después de decir lo que ha dicho, con relación a la utopía socialista-comunista? Son de esas cosas que resultan sorprendentes, a estas alturas de los procesos revolucionarios. Sabiendo, que nada de lo que se publica en Cuba, se edita a espaldas de Fidel Castro. No importa sí dentro o fuera de la isla. La pregunta que se me viene a la mente, es ¿qué está pasando?. Después de ver el apreton de manos entre Obama y Raúl Castro, no hay nada que decir. Todo está claro. Lo que más lamento, es que mientras eso ocurre, los dirigentes del oficialismo venezolano, se empeñan en actuar como si el socialismo del siglo XXI, fuera una posibilidad, una esperanza.
Es todo lo contrario. Es un auténtico y terrible fracaso. Practicamente, nada es rescatable de ese modelo frustrado y derrotado. Acontece que, los países que salieron de ese desastre, con cierta vergüenza, no se atreven a hablar claramente de ello. Considero la lectura del libro imprescindible y necesaria. Especialmente, para los amigos del proceso. Tenemos la obligación de pensar y ser críticos, lo demás es una forma de locura.